sábado, 14 de septiembre de 2013

Cueva El Soplao y Altamira

Desde El Soplao

La Cueva El Soplao fue descubierta a principios del siglo XX cuando se estaban explorando las minas de La Florida, en el corazón de Cantabria, está considerada una de las grandes maravillas geológicas por su riqueza en espeleotemas: estalactitas y estalagmitas, coladas, columnas y sobre todo por lo que son mundialmente conocidas es por sus excéntricas, en la visita se pasa por una sala cubierta por excéntricas toda ella, es precioso e impresionante.


Pero no solo patrimonio geológico sino también patrimonio industrial minero, es más, a la cueva se baja en un tren minero unos 300 metros y durante el recorrido se observan labores mineras, pues la cueva fue utilizada como escombrera en su momento. Hoy es una oportunidad de ver formaciones kársticas diferentes.


De vuelta a Santander no podía dejar de visitar el Museo de Altamira, me dirijo a Santillana del Mar donde se encuentra este museo que tiene dos partes, en una existe una reproducción de la Cueva de Altamira que desde hace algunos años no se puede visitar, y está muy bien realizado pudiéndose ver los dibujos y las formas de la propia cueva. Las pinturas datan del Magdaleniense hace unos 16500 años, siendo ocupada la cueva desde hace 18500 años hasta hace 13500 años aunque se siguen descubriendo niveles por debajo de estos. En la exposición se puede ver tanto el arte en la cueva de altamira, la forma de vida de sus ocupantes, así como se hizo la fiel reproducción de la cueva.
Si hay algo que define lo que es Altamira y que lo encuentras al entrar al museo, es la frase de Rafael Alberti que en La Arboleda Perdida decía lo siguiente:

" . . . . Parecía que las rocas bramaban. Allí en rojo y negro, amontonados, lustrosos por las filtraciones de agua, estaban los bisontes, enfurecidos o en reposo. Un temblor milenario estremecía la sala. Era como el primer chiquero español, abarrotado de reses bravas pugnando por salir. Ni vaqueros ni mayorales se veían en los muros. Mugían solas, barbadas, y terribles bajo aquella oscuridad de siglos . . ." 

Al no poder hacer fotos os remito a la web de altamira:
MUSEO DE ALTAMIRA


 Y a imágenes de GOOGLE

Más fotografías en mi 
ÁLBUM DE PICASA

1 comentario:

Salomé Guadalupe Ingelmo dijo...

He visitado poquísimas cuevas en mi vida, pero me declaro fascinada por ellas. Son lugares únicos. No sólo por la belleza de sus formaciones, sino quizá también por ese silencio que se respira en ellas: como salir del mundo. Me he quedado con ganas de más y espero poder conocer otras en cuanto se me ofrezca la oportunidad. Besos.