sábado, 21 de noviembre de 2020

Ruta de Las Corralas

Corrala
 
En esta ocasión vamos Torrequemada para hacer una bonita ruta de 9 kilómetros de longitud y baja dificultad, ideal para pasear con la familia por un maravilloso entorno, descubrir la dehesa extremeña y un conjunto etnográfico y natural espectacular. 
 
Comenzamos la ruta junto al café-bar El Menuo, donde dejamos el coche, para dirigirnos hasta la Charca de Arriba por la calle Juan de Sande. Caminando por las calles ya nos damos cuenta de que el granito está presente en el pueblo, en sus casas y su paisaje. Salimos del pueblo por el antigu0 camino de Montanchez que transita por la dehesa boyal de la localidad entre ganado vacuno, porcino y ovino. Un espectacular día de otoño con una temperatura ideal para pasear por la dehesa.

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En la Dehesa

Continuamos nuestro camino y ya a lo lejos se observa la Ermita de Salor, pero antes el camino nos conduce hasta el Río Salor, que en estos días está seco, el cual cruzamos por un puente medieval. "Se trata de un puente de planta recta con tres bóvedas y perfil alomando, con tres desagües en la margen derecha y dos en la izquierda. Se encuentra en una zona rica en restos romanos y muy cerca de asentamientos de época imperial, y además, muy cercano a la vía 24 del Itinerario de Antonino. Se sitúa en una vía romana que conducía a las colonias militares de Norba Caeserina y Castra Caecilis" (blog Cáceres al Detalle).
 
Puente Medieval sobre el Río Salor
 
La Ermita de Salor se encuentra en lo alto de un cerro, nada más llegar te sorprenden un arco apuntado con restos de pinturas con las imagenes de la virgen y el niño, así como ángeles a ambos lados. Su origen está datado entre los siglos XIV y XVI, de estilo mudéjar, toma su nombre del Río Salor, las primeras noticias que se tienen de la ermita son de 1229 cuando es citada en el fuero de Cáceres. Posteriormente fue sede de la Cofradía de Nuestra Señora del Salor. Aunque no pudimos entrar, según leo, la ermita consta de tres naves con seis tramos atravesados por arcos transversales de medio punto. Estuvo decorada con pinturas mudéjares, de las cuales quedan restos. Hacia mediados del siglo XVI se realizan algunas reformas, principalmente en la cabecera del templo, y de esta época son los esgraficados que se conservan en el muro exterior.
 
Ermita del Salor

Encontramos algunas ovejas alrededor de la Ermita
 
Algunas semanas después volvimos a esta ruta y pudimos acceder al interior de la Ermita de Salor, con arcos de medio punto decorados con pinturas mudéjares, una maravilla.



 
Más información de las pinturas en la Ermita del Salor en el texto siguiente:
 
Continuamos la ruta volviendo de nuevo al puente medieval, cruzamos la cancela que encontramos a la izquierda del puente y cogemos el camino que nos lleva junto al río durante unos 500 metros, hasta llegar a una pasarela de piedras que cruzamos, seguimos por una pista ancha que nos conduce al Camino de Los Rosales hasta la Charca del Prado, un precioso lugar al que más tarde volvimos para comer bajo una encina. 
 

 
 
Cancela 

Pasarela de Piedras sobre el Río Salor (seco en estos días)

Charca del Prado

Volvemos unos metros sobre nuestros pasos para tomar el camino que nos conduce a Las Corralas, perfectamente señalizado con un cartel. Llegamos al paraje denominado Dehesa de Zafra o Zafrilla ya a poca distancia del pueblo y nos encontramos un lugar fantástico. Las Corralas fueron declaradas Bien de Interés Cultural con categoría de Lugar de Interés Etnológico. Nos encontramos en una dehesa de encinas y alcornoques rodeadas de granitos donde se encuentra el conjunto con más de doscientas zahúrdas dedicadas a la cría de cerdos que, en la terminología local, se las conoce con la denominación de “corralas”. Básicamente, las Corralas constan de dos cuerpos. Por un lado, está la zahurda o cochiquera donde las hembras parían y amamantaban a los lechones, y por otro, el cerco de piedra o corrala que servía para controlar al animal y para que los lechones se iniciaran en sus primeras andadas fuera de la cámara de cría antes de ser trasladados a los domicilios para su correspondiente engorde. Los materiales que se utilizan para levantar estas construcciones son la piedra local, el granito que aflora en la dehesa y, en ocasiones, se usa tierra para los morteros de algunos muros y los revestimientos de los elementos sustentados.
 


Corralas
 
Abandonamos este maravilloso lugar para llegar a la localidad de Torrequemada donde para finalizar la ruta dimos un paseo para visitar algunos lugares como la Charca de Abajo, la iglesia de San Esteban, de estilos renacentista y barroco de los siglos XVI y XVII. En la zona alta del pueblo, está lo que llaman la Torre, otro edificio histórico situado en la parte más alta de la localidad, en la actualidad se encuentra en ruinas, conservándose únicamente los muros. En su entrada se puede observar el escudo de los Duques de Abrantes y aparece la fecha de 1704. 
 
Iglesia de San Esteban

La Torre
 
Más fotografías en mi

sábado, 14 de noviembre de 2020

Caminos de la Trashumancia

 


Vuelvo de nuevo a Garbayuela (Badajoz) después de algunos años para recorrer esta ruta, aunque la anterior vez tomamos algún camino distinto es igual de bonita. La ruta es de dificultad moderada, de doce kilómetros por un entorno espectacular. 

El enlace a la entrada de 2013 de esta ruta es:

El track de esta ruta está disponible en WIKILOC:
 
 
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La ruta se inicia en la Plaza de Toros donde nos juntamos con los guías de la Reserva de la Biosfera La Siberia con los que hacemos este bonito recorrido. Tomamos la calleja del Lavadero hasta llegar a "La Cuesta de la Molinera" quizá la ascensión más dura de la ruta. Nos encontramos en el Puerto de la Corchada, con unas espectaculares vistas. Caminamos paralelos a las paredes de las fincas, en un impresionante bosque de pinos por un sendero entre madroños y jara. 
 

Continuamos el camino hasta desviarnos a la derecha para llegar a el Refugio Forestal de Valdecabezas, donde hacemos una parada para reponer fuerzas y observar unas vistas del entorno realmente sorprendentes. Comienza a llover y nos dirigimos a la Senda del Peñón del Búho que nos intruduce por una senda que apenas se aprecia, entre las Cuarcitas de Criadero, se trata de una formación geológica del silúrico formada por cuarcitas con abundantes diques de cuarzo con potencias de pocos centímetros.
 
 
Abandonamos este bonito lugar para tomar una pista que nos conduce hasta el paraje denominado Tablacorta, donde nos encontramos con el Río Guadalemar y con la Cañada Real Segoviana que seguiremos para volver de nuevo a la plaza de toros de Garbayuela.
 


Más fotografías de la RUTA

De vuelta a Mérida paramos cerca de Navalvillar de Pela para ver Grullas, donde observamos estas magestuosas aves y tomamos alguna que otra fotografía.



 
Más fotografías de GRULLAS

lunes, 9 de noviembre de 2020

Camino de los Arrieros

Castañas durante gran parte de la Ruta
 
Desde Baños de Montemayor parte un sendero local (SL-CC 92) el "Camino de los Arrieros" que nos conducirá en este fantástico día hasta la población de La Garganta y aprovechar para ver el paso de la Vuelta Ciclista a España. Una bonita ruta en un día de otoño espectacular, son algo más de siete kilómetros de dificultad moderada, pues todo el trayecto es en subida, hasta algo más de 1500 metros de altitud..

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Comenzamos la ruta en el aparcamiento del centro de recepción de visitantes, tras callejear por esta bonita población nos encontramos con la Iglesia de Santa María de la Asunción, del siglo XVI, con portada plateresca y torre cuadrada de influencias góticas y renacentistas. Baños de Montemayor es conocido por el manatial de aguas termales utilizado desde época romana y que en la actualidad es un moderno balneario.
 
Iglesia de Santa María de la Asunción
 
Caminamos por el pueblo hasta llegar al cementerio, pasando previamente por el Centro de Interpretacion de la Vía de la Plata. La calle del Cementerio nos lleva a través de un camino hasta la carretera local que asciende hasta La Garganta (CC-16.2), cruzamos la carretera con cuidado y encontramos el inicio de la senda que se encontraba preparada para el tránsito con mulas de los arrieros.

Sendero
 
Continuamos la ruta observando el otoño en todo su esplendor, colores rojos, marrones, ocres, verdes, con la compañía de la niebla y las gotas callendo de los árboles, impresionante. Caminamos entre un bonito bosque de robles y castaños. Cruzamos la Vía Verde de la Vía de la Plata y continuamos con la ascensión entre muros de piedra en los que crecen las zarzas que en algunos casos dificultan algo la travesía. 
 
Vía Verde de la Vía de la Plata

Sendero
 
Muros de Piedra en el Sendero
 
A medida que ascendemos los robles y castaños dan paso a una zona más despejada dando paso a amplios prados ganaderos. Llegamos de nuevo a la carretera que lleva a La Garganta que cruzamos y seguimos por el paseo que existe junto a la misma hasta llegar a la localidad. En La Garganta encontramos la Iglesia de La Asunción, construida entre los siglos XVII y XVIII. La arquitectura serrana de este pueblo se ha conservado perfectamente, paseando por sus calles vemos casas y edificios ganaderos construidos en granito y madera de castaño. 
 
Antaño existió una actividad económica que consistía en almacenar la nieve, formando bloques de hielo para venderlos en localidades y comarcas vecinas. La nieve se guardaba en pozos de nieve, de los cuales hoy se conserva el Nevero, de piedra y con una profundidad de 6 m. Pero nosotros nos dirigimos, tras atravesar el pueblo hasta El Corral de los Lobos. 
 
La Garganta

Vistas de La Garganta
 
 
El Corral de los Lobos

Durante siglos, estos parajes de pastos recibieron la visita del lobo, que los pastores se veian obligados a combatir para garantizar la supervivencia de su ganado y su propia subsistencia. El Corral de los Lobos era, sin duda, la más eficaz herramienta inventada para conseguir cazarlos. Consistía en un recinto cerrado sobre el nivel del suelo, el muro levantaba poca altura para facilitar el acceso del lobo a su interior, donde la profundidad media rondaba los dos metros y medio. Una ligera caida negativa del muro perimetral y la colocación adentrada de las losas de remate impedían que, un vez dentro, el animal pudiera saltar y recuperar así la libertad. Como cebo, se dejaba una oveja viva en su interior, que normalmente sobrevivía, pues el lobo dedicaba toda su atención y esfuerzos a intentar escapar. 
 
El Corral de los Lobos
 
Aprovechamos para ver pasar la Vuelta Ciclista a España por estos bonitos lugares, de camino a La Covatilla.


Más fotografías de la Ruta en mi 

domingo, 1 de noviembre de 2020

Caminos del Agua

Vista del Acueducto de los Milagros

Uno de los elementos que determinó la elección del asentamiento de la Colonia Romana en Emerita fue la abundancia de agua, la ciudad se funda en la confluencia de los ríos Guadiana y Albarregas, un terreno con gran presencia de manantiales. Esta ruta tiene como hilo conductor el agua, las obras romanas relacionadas con el suministro, los caminos públicos y vías pecuarias en su recorrido por las zonas circundantes de la población. La ruta son 23 kilómetros de dificultad moderada, un recorrido interesante que transcurre por diferentes ambientes llenos de biodiversidad. A lo largo del camino vamos guiándonos por diferentes marcas (aunque en mi opinión escasas) y sillares romanos, no obstante se hace necesario llevar el track en el gps. Una de las más interesantes y bonitas rutas que se pueden hacer en Mérida.

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La ruta se inicia en el Castellum Aquae, en el extremo de una de las dos avenidas más importantes de Augusta Emerita, el Cardo Maximus (que es la actual calle Calvario). En este punto finalizaba el Acueducto de los Milagros vertiendo el agua en un gran depósito emplazado en el punto más alto y desde donde se distribuía el agua a múltiples fuentes públicas de la ciudad. El depósito tenía forma de torre y mediante un rebosadero se suministraba el agua en cascada a una monumental fuente con mármoles y columnas y esculturas de ninfas.
 
Castellum Aquae
 
Bajamos por la calle Calvario hasta llegar al Acueducto de los Milagros, una espectacular obra de ingeniería romana que conduce el agua desde el embalse de Proserpina hasta la ciudad. Fue construido en el siglo I d.C., y en su punto más alto llega a tener 25 metros de altura salvando el cauce del río Albarregas, sobre sus arcos superiores discurría el canal abovedado que traía el agua a la ciudad. Como curiosidad la construcción sigue sistemáticamente en los pilares un esquema de cinco hiladas de sillería alternando con otras cinco hiladas de ladrillo rojo, lo que le daba fortaleza y flexibilidad suficiente para absorver los posibles movimientos de la estructura, a la vez que es un recurso estético. 
 
Acueducto de Los Milagros
 
Junto al acueducto encontramos el Puente Romano sobre el Río Albarregas, fue construido para que la Vía de la Plata y el Camino de Lisboa asegurasen su paso del río. Como carácterística curiosa decir que no es perpendicular al río, como cabría esperar. Las fértiles vegas del río Albarregas se han aprovechado como huertas desde la fundación romana hasta la década de los noventa del pasado siglo, prueba de ello son los molinos que se han encontrado en las excavaciones y uno de ellas se puede ver nada más llegar a los pies del acueducto.
 
Puente Romano sobre el Río Albarregas

Restos de un Molino Romano

Continuamos con nuestra ruta siguiendo el trazado del acueducto hasta llegar a la Piscina Limaria, un espacio en el cual se depositaban las arenas y los limos que el agua llevaba en suspensión o por arrastre, antes de llegar a la ciudad. También existía una pequeña fuente que daba agua a un arrabal de la ciudad.
 
Piscina Limaria
 
Para que el agua llegase en buen estado a la ciudad era la norma que el canal fuera subterráneo y abovedado, donde el agua se manteía fresca y se presevaba de la contaminación de tierra, hojas y otros materiales, pues bien, continuamos la ruta siguiendo este canal por el parque que se encuentra frente al actual cementerio de Mérida, donde se aprecia perfectamente el canal abovedado. La conducción mantenía una cota de desnivel mínimo para que el agua corriera por su peso, para ello se evitaban largos trayectos en línea recta, a cambio, el trazado serpenteaba por la ladera para llevar el agua a una velocidad calculada.
 
Restos del Canal Abovedado

Desde este punto nos dirigimos a orillas del río Guadiana cuyo nombre está formado por dos sutantivos uno árabe "guad" y otro celtíbero "ana" y ambos significan río. Este río determina en gran medida el asentamiento de la colonia romana. Nos encontramos en otra de las calzadas principales de Emerita, la que conducía a Lisboa (Olissipo) que transcurría en paralelo al río Guadiana, por esta calzada se trajeron los mármoles empleados en los edificios públicos, procedentes de Borba y Estremoz. En esta calzada encontramos el Puente de La Alcantarilla que salvaba un arroyo para favorecer el paso de viajeros y mercancías, tiene un solo ojo que abarca todo el cauce, formado por sillares para resistir las avenidas y arquería y bóveda de ladrillo.
 
Puente de La Alcantarilla

Dejamos el río Guadiana para dirigirnos al norte al paraje Calera, en el camino nos volvemos a encontrar la conducción de los Milagros. Estamos cerca de Carija. Otro aspecto importante a la hora de establecer la colonia romana en este lugar fue la presencia de abundante y cercana de materias primas para la construcción de la ciudad, entre ellas tenemos las caleras que proveían de cal para dar solidez y duración a las obras, esta cal la extraían de Carija y su entorno.

Desde Carija, tras cruzar la carretera EX-209 (un cruce peligroso, hay que tener mucho cuidado) caminamos por la Cañada Real Santa María de Araya. Eran trazados para facilitar el traslado de rebaños de unos lugares a otros, conectaban los pastizales de invierno en Extremadura con los de Castilla y León en verano. En Mérida convergían diferentes trayectos. La Cañada Real Santa María de Araya nos conduce a la Presa de Proserpina y el lavadero de lanas.
 
Cañada Real Santa María de Araya

La Presa de Proserpina es una de las presas históricas más grandes del mundo, históricamentes se ha llamado "Albuhera de Carija" y consta de un gran muro con contrafuertes a ambos lados, resultado de cuatro fases constructivas, en la primera fase tenía seis metros de altura, hasta los veinte metros en la última fase ya en el siglo XVIII, estas reformas se hicieron por la necesidad creciente de embalsar agua y para el funcionamiento del lavadero de lanas situado junto a la presa. El embalse recoge agua de varios arroyos. Desde la edad media el embase ha servido como lugar de paso y descanso de grandes rebaños de ovejas que transitaban por la cañada real.
 
Presa de Proserpina

Bordeamos el embalse de Proserpina y lo dejamos a la altura de la Ermita de San Isidro para dentrarnos en el lugar donde se extraía el granito para construir el acueducto, así como muchos de los edificios de la Colonia romana.  En esta zona aún se pueden observar las huellas de la extracción de los bloques de granito cortados limpiamente, con piezas casi elaboradas que se quedaron en el lugar, es curioso el lugar. Después de la caida del imperio romano no se volvió a trabajar estas canteras así pues quedaron tal y como estaban. 
 
Cantera de Granito en Proserpina

En este punto la ruta se complica un poco ya que el sendero aparece y desaparece cubierto por la vegetación, debes seguir la dirección SE hasta encontrarte con la A66 y la N630. Por el camino encontramos restos de explotaciones agrarias y ganaderas romanas como abrevaderos de ganado o lo que pudieron ser construcciones rurales.

Tras cruzar la A66 y la N630, otro punto peligroso de la ruta en el cual hay que tener mucho cuidado, llegamos a la Vía de la Plata, perfectamente señalizada y donde se aprecian numerosos tramos el pavimento origianal de la calzada, que aunque no estaba empedrada, llevaba un firme compacto con capas de roca desmenuzada y una superficie de rodadura con piedra menuda aglomerada con tierra. 
 
Vía de la Plata

La Vía de la Plata nos lleva a un nuevo punto de interés de la ruta, la Captación del Acueducto de Rabo de Buey - San Lázaro, en esta zona el acueducto captaba el agua subterránesa bajo el arroyo de las Arquitas, el acueducto también captaba el agua de los ramales de Casa Herrera y Valhondo. En esta zona existen diferente arquetas y en una de ellas se puede descender hasta encontrarte con la conducción romana por la cual hoy día sigue corriendo el agua, y verdaderamente es impactante, bajar y observar una construcción de hace 2000 años que aún sigue funcionando. Ya es la segunda vez que desciendo hasta la conducción y sin duda que volveré, es impresionante. A las conducciones romanas ya dediqué una entrada en este blog que puedes visitar "Captaciones Romanas en Emerita Augusta".

Una de las multiples arquetas que encontramos en el camino

Descenso a las conducciones.

Interior de la conducción romana, con el agua corriendo.

Continuamos nuestra ruta, pasando por La Godina donde el acueducto de Rabo de Buey se dirige a la ciudad salvando el cauce del arroyo de las Arquitas con um pequeño acueducto. Ya nos encontramos en la ciudad caminando al lado del Acueducto de San Lázaro restaurado en tiempos de los Reyes Católicos (en 1504), en el tramo que cruza el río Albarregas se adoptó la forma de los plares de un puente con tajamar para protegerlos de la fuerza de la corriente. Al final del acueducto finaliza esta maravillosa ruta para conocer más de la historia de esta hermosa ciudad.

Acueducto de San Lázaro

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