jueves, 24 de agosto de 2017

Ruta Nocturna al Oppidum Hornachuelos




Ya llevábamos tiempo sin hacer una ruta nocturna y aprovechamos que el Ayuntamiento de Ribera del Fresno junto con la Diputación de Badajoz realizaban una ruta al Oppidum Hornachuelos con una recreación histórica incluida, para acercarnos a esta bonita localidad. 


La ruta comienza del Paseo del Cristo, aún adornado por las fiestas recientemente acontecidas en el lugar, tomamos la calle Molineta para salir al Camino de Puebla del Prior, una pista sin ningún problema para transitar de noche con las linternas, este camino nos lleva al Cerro de Hornachuelos tras unos 8,600 kilómetros, con la única dificultad del ascenso al cerro. Destacar el atardecer con los viñedos de Tierra de Barros y al fondo la Sierra de Hornachos.


En el cerro nos esperaban los componentes de Luporum Celtiberiae Levkoni para realizar una recreación histórica de un rito funerario celta, tras el cual retornamos a Ribera del Fresno por el mismo camino.

Foto del Facebook de Ayuntamiento de Ribera del Fresno

El Cerro de Hornachuelos es una estratégica elevación desde donde se domina el valle del Río Matachel, en este lugar entre mediados del siglo II a.C. y finales del II d.C. se localizó el Oppidum de la Beturia, una ciudad fortificada situada entre el Guadiana y Sierra Morena. En esta ocasión no tuviomos oportunidad de visitar el Aljive excavado en la roca, la necrópolis, el sistema defensivo o el recinto superior de viviendas con el detalle que se merece, quedando pendiente hacer la ruta de día para visitar con detenimiento todo el yacimiento. 

Lo atractivo de la visita fue la recreación realizada bajo un espectacular cielo, de la cual os dejo varios videos que también están en mi canal de Youtube. 

Parte 1

Parte 2

Parte 3

Parte 4

  Más Fotografías en mi 

miércoles, 16 de agosto de 2017

Monasterio de Piedra


Ya de vuelta hacia Extremadura paramos para conocer el Monasterio de Piedra, que ya me lo habían recomendado y teníamos ganas de verlo. Se encuentra en la localidad de Nuévalos en la provincia de Zaragoza. 

El Real Monasterio Cisterciense de Santa María de Piedra, tiene su origen en 1186, el Rey Alfonso II el Casto junto con su esposa la Reina Sancha, solicitarion al abad Poblet la fundación de un Monasterio del Císter en el Reino de Aragón, donando el castillo de Piedra para ello. El deseo del Rey era fundar un monasterio Cisterciense dedicado a Santa María, siguiendo la Regla de San Benito, en el cual los monjes hicieran de su vida una búsqueda de Dios a través de la oración y el trabajo.


Tras un paseo por las estancias del monasterio, lo que si recomiendo hacer es la visita guiada donde se conoce la historia de este lugar, los cambios que ha sufrido y como lo llevaron a manos privadas y construyeron un parque para visitar, que además del monasterio tiene unos jardines que son un espectáculo de agua y vegetación en el curso del Río Piedra. Un lugar para perderse y admirar el conjunto naturaleza e historia.


La zona está rodeada de bosques de ribera, en torno a los alrededores del Río Piedra, en uno de los ecosistemas de mayor riqueza biológica, donde se encuentran muchas especies de animales y plantas en un espacio relativamente reducido. Sobre este cauce de agua se vertebra todo el ecosistema del parque. En las márgenes de ríos, arroyos y zonas húmedas se desarrollan especies como el aliso, chopo, fresno o el olmo.


Mirador de la Cola de Caballo, a la Gruta Iris, a la espectacular Cola de Caballo, salto de agua de 90 metros de altura que esconde a la gruta Iris, y que ha dado lugar a una impresionante gruta natural y la Piscifactoría. Se pasa por la Peña de Diablo, el Lago del Espejo, otro paraje de ensueño que reúne en torno a una laguna de aguas cristalinas la más variada flora y fauna acuática, Los Chorreadores, la impresionante Cascada Iris, el Baño de Diana, el Lago de Los Patos, La Cascada Trinidad, Cascada La Caprichosa y La Gruta del Artista. Por una escalera, tallada en roca, se asciende al Parque de Pradilla, La Caprichosa, la Cascada de los Fresnos.


 Más fotografías del 
Monasterio y los Jardines AQUÍ.

martes, 15 de agosto de 2017

Ruta de las Tres Cascadas de Ardones


Previamente a esta ruta, hicimos otra que nos condujo desde Cerler por el Camino de La Mina, que transcurre toda ella por una pista forestal, tras un par de kilómetros pasa por una antigua mina de pirita de la cual quedan restos de madera y algunos acopios, continuamos caminando con unas espectaculares vistas a nuestra izquierda del Valle de Benasque y de frente las Tucas de Ixeia esta vez mucho más cerca y un poco más alejados el pico Estos y su valle coronado por el pico Perdiguero. A la derecha un espeso bosque de pinos con abundantes musgos y  líquenes, una bonita ruta. Volvemos sobre nuestros pasos para conectar con la Ruta de las Tres Cascadas de Ardonés, que sale a nuestra izquierda.


Comienza la ruta en la Avenida de Ardones en Cerler, aunque nosotros tomamos el camino un poco más arriba conectando con el Camino de la Mina, esta es una de las rutas más bonitas del entorno. El camino comienza a empinarse al poco de comenzar, entre granitos se divisa al fondo el Pico Cerler así como el Cuartel Militar de la carretera al Ampriu.

  
Continúa el sendero y a medida que avanzamos la vegetación comienza a clarear dejando paso a cultivos que desde tiempos ancestrales se dan en la zona, pronto llegamos al Barranco de Ramáscaro que encauza el río artificialmente para evitar la erosión de las laderas.


Ya comenzamos a divisar las cascadas, siendo la de Bon la más espectacular de ellas, y cuya pasarela para transitar está tan cerca de la cascada que te acabas mojando, muy cerca de esta cascada decidimos comer para más tarde proseguir de vuelta a Cerler por una senda paralela al río que nos conduce a la Ermita de San Pedro Martir y de ahí de nuevo a Cerler.


Una mañana llena de bonitos paisajes y lugares espectaculares como la Cascada de Bon. Una ruta de dificultad facil y de apenas 12 kilómetrs (las dos rutas).



Más fotografías de la Ruta AQUÍ.

El track de la Ruta de la Tres Cascadas de Ardones
en WIKILOC (por kayman)

Valle de Estós


Video desde el Ibón Gran Batisielle

La Ruta Valle de Estós - Ibón Gran Batisielles es uno de los senderos que más nos ha gustado, sino el que más, transcurre por el Valle de Estós, un valle ámplio, verde, salpicado de bosques, y rodeado de picos de más de 3.000 metros. Gran parte del sendero transcurre paralelo al Río Estós.


Provistos de mochilas y bastones comenzamos la ruta en el aparcamiento ubicado al inicio del vale, e inmediatamente tomamos el sendero que remonta el Río Estós rodeado de impresionantes montañas, coincidiendo con la senda marcada GR-11, pasamos junto a un pequeño refugio pastoril, la Cabaña de Santa Ana (1.540 m), donde descansamos y tomamos algunas fotos, desde este punto ya se divisa el Pico Perdiguero (3.222 m). Continuamos la pista hasta encontrar el desvío a la izquierda que nos conducirá tras una subida que en algunos puntos tiene un poco de dificultad, hasta el Ibonet de Batisielles, ya es un espectáculo estár en este lugar, un pequeño lago en medio de una densa vegetación y rodeado de montañas de más de tres mil metros de altitud, un maravilloso paisaje. 



Llegados a este punto de la ruta, se separa en tres, un sendero se dirige a el Ibón de Escarpinosa y otra senda, que va al Ibón Gran Batisielle y una tercera senda que conduce al Refugio de estós, tomamos la que nos conducirá al Ibón Gran Batisielles tras un ascenso de casi una hora por sendas que con un zig zag interminable atraviesa un precioso bosque y con tramos por los cuales cruzamos canchales. A medida que vas ascendiendo el pasiaje se hace cada véz más grandioso, con unas vista del valle que jamás olvidaremos. Tras la dura subida llegamos inesperadamente al Ibón Gran Batisielles (2.250 m), un lugar con un encanto especial donde pasamos un largo rato, nos quedamos a comer en la orilla de este hermoso lago, rodeados de montañas impresionantes y un gran silencio.


Después de disfrutar de nuestro descanso y de hacer bastantes fotografías y algún que otro video del lugar emprendemos el descenso que en algunos tramos se hace algo peligroso, pero llevadero por el magnífico paisaje y por la satisfacción de este gran día en el Pirineo Aragonés. Una ruta muy recomendable, es más, nadie se debería ir del pirineo sin visitar este lugar.


Pero había algo más, una sorpresa que nos deparaban los Pirineos, habíamos escogido el día más oportuno para hacer la ruta, el día en el cual había mudanza de casi 800 vacas de un monte por donde transcurría la ruta hasta otro monte cercano a Cerler, y durante parte de nuestro descenso acompañamos a los pastores y el ganado hasta el aparcamiento. Una maravillosa experiencia, sin duda.



Más fotografías de la Ruta AQUÍ.

lunes, 14 de agosto de 2017

Estación de Canfranc


Uno de los días salimos del Valle de Benasque para visitar uno de esos lugares anotados en la agenda y que teníamos muchas ganas de conocer, la Estación de Canfranc. La estación se encuentra situada a 1.194 metros de altitud, fue el complejo ferroviario español más importante durante la primera mitad del siglo XX, tiene una longitud de casi 250 metros que la caracteriza. Se inició su construcción en 1921, finalizando en 1925. Entramos, junto con un guía que nos muestra la estación, por un tunel de acceso con peldaños de marmol de Carrara que conduce al vestíbulo donde se encontraban las taquillas y ventanillas de información, hoy se encuentra en proceso de restauración, un salón que en sus tiempos tuvo que ser espectacular.


Otras dependencias de la estación era un Hotel Internacional, las oficinas de la compañía de Ferrocarriles del Norte, servicios aduaneros, dependencias de correos, un casino y dependencias donde se alojaban empleados de la estación. En su momento no se escatimaron gastos, fue una gran inversión para la época.


La línea internacinal fue inaugurada en 1928 por el Rey Alfonso XIII, el presidente francés Msr. Doumerge y Primo de Rivera. Tras el descarrilamiento de un tren de mercancías que destroza el puente de L'Estanguet en 1970 se decide clausurarla al tráfico. Posteriormente fue deteriorándose por su abandono y expolio hasta hace pocos años, en 2013, cuando el Ministerio de Fomento y el Gobierno de Aragón compraron el inmueble y comenzaron las obras de protección y restauración de este histórico edificio. 


En el transcurso de la II Guerra Mundial esta estación fue un punto estratégico por la que pasaron espias de la Resistencia Francesa, judíos que huían de la SS, toneladas de oro (se estima que cerca de 90 toneladas) del expolio nazi y wolframio de las minas de España (incluidas las de Extremadura) y Francia.


 Hoy día encontramos una estación vallada a la cual tan solo se puede acceder con guía, aunque si se pude pasear por sus muelles. Y tan solo ponerte frente a este monumental edificio es impactante, y más aún cuando te cuentan y lees su gran historia. Espero que hagan una buena rehabilitación del espacio y den más aún a conocer la apasionante historia del edificio y la comarca. Sin duda la visita mereció la pena y no nos defraudó.


Antes de visitar la estación, dimos una vuelta por el entorno de Canfranc-Estación, en busca de los bunquers de la llamada Línea P, puestos del Núcleo de la Resistencia 111 Arañones, visitando uno de ellos. La Línea P fue un conjunto defensivo construido por miles de soldados de reemplazo a lo largo de la vertiente pirenaica entre los años 1944 y 1957, realizados de hormigón armado (tipo búnker) en las cabeceras de los valles por temor a una invasión Francesa que nunca se produjo.


Os dejo varios enlaces sobre la historia de la Estación de Canfranc:
 
   Más Fotografías de Canfranc AQUÍ.