sábado, 18 de febrero de 2017

Castillo de la Culebra

Castillo de La Culebra
Algunos años después vuelvo a subir al Castillo de la Culebra (en Alange), una ruta cortita pero muy bonita, con unas vistas espectaculares del Embalse de Alange, las sierras del entorno y la comarca de Tierra de Barros al otro lado. Situado en el Cerro de la Culebra se encuentra el castillo del mismo nombre construido por los árabes en el siglo IX.

Alange

 Embalse de Alange

El acceso a la fortaleza se hacía desde dos calzadas, una ascendía hasta la Puerta del Sol y otra llegaba hasta la Puerta de los Gallegos o de Mérida. Constaba de dos recintos, desde la Puerta del Sol, donde el alcaide esperaba a los visitantes, se accedía por un sendero estrecho y abrupto hasta la Puerta del Corralejo que daba acceso al corral de caballerizas, con dos albercas, un aljibe y una casa con tahona. Por otra parte, el otro recinto importante al cual se accedía por la Puerta del Rastrillo ocupaba la parte más elevada del cerro con dos patios desiguales. El patio principal se encontraba pavimentado de ladrillo con una magnífica higuera en el centro, desde este patio se pasaba a un callejón en el cual se encontraba La Torre del Homenaje, realizada en ladrillo y mampostería será a la larga el emblema del castillo, y su silueta continua dominando desde la elevada atalaya todos los territorios del entorno, recordando la importancia estratégica del enclave.

 Torre del Homenaje

Esta magnífica fortaleza fue de vital importancia para la zona pues con frecuencia surgían sublevaciones contra Córdoba, en el año 875, Ibn Marwan, se subleva en Mérida contra el califato de Abderraman II y toma la fortaleza de Alange donde resiste el asedio del emir Muhamar, hasta que sucumbe y cangea esta fortaleza por la Alcazaba de Badajoz. En el año 915  en plena reconquista, el Rey Ordoño II sitia, arrasa la fortaleza y ocupa la villa. En años sucesivos el castillo pasa de manos cristianas a musulmanas varias veces, hasta que en 1234 es reconquistado por Don Rodrigo Iñiguez, maestre de la Orden de Santiago y sus caballeros (se puede ver en la iglesia de la localidad la cruz de la Orden de Santiago en lugar principal). Y el castillo pasa a manos de la Orden de Santiago por mandato de Fernando III El Santo. Alange se constituyó en Encomienda y el ámbito jeraquico del mismo comprendía Villagonzalo, La Zarza, Oliva de Mérida, Palomas, Puebla de la Reina, Puebla del Prior y Ribera del Fresno. Ya a mediados del siglo XVI siendo comendador D. Enrique de Toledo y dado el mal estado del castillo se abandonó definitivamente. Una fantástica historia de este lugar de importancia estratégica que podemos visitar y que poca gente conoce.




La Puerta de los Aljibes, primer paso de la muralla por la parte de levante, servía de acceso al primer recinto amurallado del castillo, esta primera muralla estaba destinada principalmente a la protección de los aljibes que surtía de agua a la fortaleza. Se accede mediante un arco rebajo y apuntado y a cuyo lado existía una pequeña dependencia de la cual quedan algunas partes de los muros. Se accede a un aljibe frente al cual aún se puede observar una tronera.



Puerta de los Gallegos o de Mérida, el nombre de Puerta de los Gallegos viene del sobrenombre de Ibn Marwan, llamado al-Yilliqui "El Hijo del Gallego". Permitía el acceso de aquellos que llegaban desde Mérida. Es una "puerta en recodo" para hacer más vulnerables a los que pretendían acceder a la fortaleza en caso de ataque.



martes, 7 de febrero de 2017

Ruta Molinos Harineros del Guadiana

Molino Harinero 

Aprovechando el descenso del caudal del Río Guadiana para acabar con el Camalote, especie invasora que está tratando de ser erradicada, y junto con Pedro de Emerita Expeditiones, dimos un agradable e interesante paseo por el cauce seco del Río Guadiana visitanto alguno de los cerca de 11 Molinos Harineros que existen (y que llegan a un total de 16 si añadirmos los que se encuentran en el Río Albarregas y en las cercanías de Aljucén). Son de los Siglos XVI a XVIII y el grano era destinado al ejército en la gran mayoría de los casos.

Río Guadiana

Pero antes de adentrarnos en los molinos, partimos del recinto ferial de Mérida y tomamos la Cañada Real Santa María de Araya que nos acerca a un punto espectacular y poco conocido. El Puente de la Alcantarilla, que se construyó en el Siglo I a.C para salvar un pequeño arroyo. El puente, de un solo arco, está realizado en hormigón romano y cubierto con sillares almohadillados de los que apenas se conservan restos, aunque lo poco que se conserva resulta impactante.

Puente de la Alcantarilla
Continuamos por la Calzada Romana que unía a Emerita Augusta (Mérida) con Olisipo (Lisboa), una de las muchas vías que transcurrían por la ciudad de Emerita Augusta. Y llegamos a otro de los puntos interesantes de la visita, un mausoleo romano del cual quedan pocos restos, parte de la cimentación y el hueco de la tumba donde depositaban los restos incinerados del difunto, en este caso serían varios individuales, aunque un poco más adelante en la Calzada Romana existen restos de otro que sería colectivo (y de medidas aproximadas de 7 x 7 metros). Cuanto más cerca de la vía estaba enterrado el que sea más rico era, existía la creencia de que la inmortalidad residía en el recuerdo, quien pasaba por la vía leía su epitafio y era recordado.

Calzada Romana

Resto de Mausoleo

Ya frente a la Calzada Romana y en el actual curso del Río Guadiana comenzamos a ver restos de Molinos Harineros, en este primer caso "Molino de la Alcantarilla", vemos los restos del esquinazo del molino que nos hace suponer que tuvo grandes dimensiones.

Molino de La Alcantarilla
Seguimos caminando y encontramos un segundo molino "Molino II de Mérida" el cual se ve que también se ha derrumbado gran parte del mismo, siendo aún apreciables los canales de alimentación del molino y parte de su fachada. Se pueden ver que se utilizó parte de otras construcciones anteriores para la construcción del molino, grandes y espectaculares sillares de granito, uno de estos es una estela funeraria. Presenta una planta trapezoidal, y se distingue una especie de tajamar en su lado este. Es apreciable la estructura de las dos plantas del edificio, estando el Carcavo totalmente colmatado, se aprecian los dos sainetes hacia donde era conducida el agua desde los canales de alimentación (pesqueras). En este molino la parte que está cara a la corriente es la mas estrecha y por tanto fue necesario hacerle el tajamar.

Molino II de Mérida

Molino II de Mérida

Continuamos hasta encontrar otros dos molinos "Molinos III y IV de Mérida" unidos por una pasarela que prolognaba su uso en épocas de estiaje del río, estos en un estado de conservación espectacular y el primero de ellos con una impresionante cubierta de ladrillo. En el Molino IV se aprecia el uso de las piedras de moler inservibles como pavimento. Hay un pequeño embarcaderos, pues el río era utilzado también como vía de comunicación. Y como curiosidad este molino tiene una escollera en la pesquera.

Molino III de Mérida

Molino IV de Mérida

Predomina el emplazamiento de los molinos en la orilla derecha. Sin duda este hecho está motivado por la situación en esta orilla de los nucleos poblacionales como es el caso de Mérida. Por otra parte destacar la reutilización de material constructivo anterior, teniendo en cuenta que nos situamos en la zona de influencia de lo que fue Emerita Augusta no es extraña la reutilización de sillares romanos en los molinos, también se dan estelas funerarias, cornisas y molduras.

Esquema de un Molino Harinero
del texto de Pedro A. Delgado Molin 
(Emerita Expeditiones)