A 5 kilómetros de Mérida se encuentra este embalse romano, en el arroyo de Las Pardillas, un subafluente del Guadiana, en su origen, el embalse y la presa eran parte de los tres principales abastecimientos de agua a la colonia Augusta Emerita, más tarde la función del embalse fue cambiando hasta hoy día, un lugar de recreo de los habitantes de Mérida y su comarca, siendo una de las más importantes playas de agua dulce de Extremadura.
La presa data de finales del siglo I y principios del siglo II, siendo el embalse artificial de época romana más grande conocido en el mundo mediterráneo. 425 metros de longitud, 21 metros de profundidad, 70 hectáreas de embalse, y un volumen de 6,5 hectómetros cúbicos.
Hace poco tiempo tuve la oportunidad de dar un paseo por el embalse y es un lugar con un especial encanto, y el atardecer merece la pena, actualmente se puede recorrer entero el embalse, por un sendero a orillas del mismo. En verano se preparan las playas siendo un lugar de encuentro para las gentes de la ciudad, aunque hay actividad durante todo el año con deportes acuáticos como el piragüismo. Es un lugar que no hay que dejar de visitar cuando uno se acerca a Mérida.
Os dejo más información del embalse en este enlace