lunes, 26 de octubre de 2015

Mérida - Estación de Aljucén - Presa de Montijo

El Río Guadiana y Mérida al fondo

Una facil y bonita ruta que nos lleva por el margen del Río Guadiana y paralelo a la vía del tren desde el Recinto Ferial de Mérida hasta la Estación de Aljucén y prolongando un par de kilómetros nos lleva a la Presa de Montijo. Son 12 kilómetros prácticamente planos.

Estación de Aljucén

Puente Romano de "La Alcantarilla"

Salida en nuestro caso desde el Recinto Ferial de Mérida, por la facilidad de aparcamiento, pero se puede salir desde cualquier punto de la ciudad añadiendo un par de kilómetros más a la ruta. Tomamos la Cañada Real Santa María de Araya durante unos tres kilómetros (esta cañada se desvía y lleva a Proserpina, pero eso será otra ruta que habrá que realizar), nos mantenemos en el camino que transcurre entre el Río Guadiana y las vías del tren hasta la Estación de Aljucén. Lamentablemente en estos días parte del Río Guadiana está cubierto por el camalote ofreciendo una imagen impactante.

Camalote en el Río Guadiana

Desde la Estación de Aljucén parte un camino que nos lleva a la carretera EX-209 que recorremos unos 100 metros en dirección a Esparragalejo, y tomamos un camino que sale a la izquierda y que conduce a la presa.

Presa de Montijo

Los Tracks de la ruta en 

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jueves, 22 de octubre de 2015

Madinat al-Zahra


En esta ocasión si que fui a visitar Madinat al-Zahra (La Ciudad Brillante) y me sorprendió muy gratamente, es impresionante.  Ciudad que Abd al-Rahman III mandó construir a los pies de Sierra Morena, situada a ocho kilómetros de Córdoba capital, símbolo de su poder, a imitación de otros califatos orientales y sobre todo, para mostrar su superioridad sobre sus grandes enemigos. Aunque la tradición popular también dice que fue edificada como homenaje a la favorita del califa, Azahar.


Aprovechando perfectamente el desnivel del terreno, la ciudad de Medina Azahara fue distribuida en tres terrazas; el recinto de la ciudad adopta un trazado rectangular. La primera corresponde a la zona residencial del califa, seguido por la zona oficial (Casa de los Visires, cuerpo de guardia, Salón Rico, dependencias administrativas, jardines...) para finalmente albergar a la ciudad propiamente dicha (viviendas, artesanos...) y la Mezquita Aljama, separadas de las dos terrazas anteriores por otra muralla específica para aislar el conjunto palatino.


La construcción comenzó a finales del 936 de la era cristiana, estando las obras a cargo del maestro alarife Maslama ben Abdallah, y se continuó durante los cuarenta siguientes, alcanzando los tiempos de su hijo y sucesor en el califato, al-Hakam II. Y en el 945 se produce el traslado de la corte a esta ciudad.



Transcurridos poco menos de cien años, sin embargo, todo este conjunto monumental y fastuoso quedó reducido a un inmenso campo de ruinas, pues fue destruido y saqueado en el 1010, como consecuencia de la guerra civil (o fitna) que puso fin al Califato de Córdoba. Los saqueos, los enfrentamientos y los incendios destrozaron la ciudad más bella de occidente.



En los primeros años del siglo XX, concretamente en 1911, durante el reinado de Alfonso XIII, es cuando las primeras excavaciones comenzaron de manera oficial, despejando cualquier tipo de duda al respecto, si es que todavía la había, de lo que yacía bajo el suelo. A partir de este momento, y hasta el largo parón producido por la guerra civil, las excavaciones se fueron produciendo con regularidad. Tras el fin del conflicto bélico, se vuelven a reanudar las campañas arqueológicas tras unos años de parón, destacando las realizadas por el arquitecto Félix Hernández que excavó la parte central del alcázar. Actualmente se ha excavado solo un 10% del total de la superficie intramuros de la ciudad, correspondiendo al núcleo central del alcázar, aunque los últimos trabajos de excavación realizados en el yacimiento durante los últimos años se están centrando por primera vez en áreas no correspondientes al complejo palaciego, y tan solo se puede visitar un 5% del complejo, pero es impresionante. Y merece una visita, tranquila para recorrer sus calles y edificios, pasando antes por su centro de interpretación.

Más información en la web: 


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martes, 20 de octubre de 2015

Córdoba


Siempre es un placer volver a esta ciudad, reencontrarse con su Judería, perderse en sus callejuelas y visitar la Sinagoga o el Zoco, visitar la Mezquita, atravesar el río Guadalquivir por su Puente Romano o darse un relajarte baño en uno de sus Baños Árabes.



El Puente Romano, construido en tiempos del Emperador Augusto (siglo I a.C.) y del que tan solo quedan los sillares y alguno de sus arcos, que fue reformado múltiples veces siendo la última de ellas la realizada en el año 1876. Está formado por 16 arcos y como curiosidad en el centro hay una escultura de San Rafael del siglo XVI.



Otro lugar de los muchos a visitar son los Baños del Alcázar Califal, construidos en el siglo X por orden de Al-Hakan II en el interior del Alcázar Omega. Con sus salas fría, templada y caliente organizadas en estancias abovedadas y con lucernarios en forma de estrella. En la ciudad existen varios Baños Árabes activos en los cuales relajarse y que disfrutamos en este viaje, y lo necesitábamos.



Si te pierdes en La Judería encontrarás preciosos e importantes lugares en la historia de la ciudad, como son la Sinagoga construida en el siglo XIV en estilo mudéjar y que sirvió de templo hasta la expulsión de los judíos en 1492. Es un exponente único del legado hebreo en Andalucía. La estancia principal de forma cuadrangular está decorada con elementos mudéjares. Un lugar que además de la historia que tiene es espectacular y de visita obligada. En el entorno también están la Casa Andalusí y la Casa de Separad.



El Zoco Municipal es otro bello lugar de la ciudad, está en un edificio de estilo mudéjar de dos planta con un espectacular patio porticado, donde se encuentra el Mercado de Artesanía (cuero, madera, cerámica o plata). Interesante su visita además de los mucho patios que se pueden encontrar a lo largo del centro histórico de la ciudad.




La Mezquita-Catedral, un lugar indispensable en el que perderse y sentir la historia, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984, es el monumento más importante del Occidente Islámico, en ella encontramos los estilos Omega, Gótico, Renacentista y Barroco en la construcción cristiana. Su historia, difícil de resumir, podemos decir que comienza con la dominación Visigoda cuando se construyó en este solar la Basílica de San Vicente, de la cual hay restos, y sobre la cual se edificó la primitiva mezquita. Esta basílica fue compartida durante mucho tiempo por cristianos y musulmanes (ejemplo de que la convivencia entre culturas distintas es posible). Abderraman I adquirió la basílica y construyó la primera Mezquita Alhama (principal de la ciudad). La gran Mezquita consta del patio donde se levanta el alminar (realizado por Abd al-Rahman III) y la sala de oración. El espectacular interior se dispone sobre un mar de columnas y arcadas bicolores que dan un maravilloso efecto al visitante, existen cinco zonas correspondientes a las ampliaciones sucesivas llevadas a cabo.



En el 822 Abderraman I amplió la sala de oración, Al-Munir construye la sala del tesoro y Abd-Allah construye el pasadizo secreto que conecta el Alcázar califal con el mihrab. En el siglo X se produce una segunda ampliación, se amplia el patio y se construye un nuevo alminar, en estos momentos Córdoba es la capital más influyente del Occidente Islámico. La última gran ampliación la lleva a cabo el visir Almánzar a finales del siglo X, añade ocho naves hacia el este, dado que hacia el sur no fue posible por la presencia del Río Guadalquivir.


En el siglo XVI el Obispo Manrique hace que Carlo V de permiso para construir en el interior de la Mezquita, una Catedral con planta de cruz latina, bobedas góticas y protobarrocas y una cúpula renacentista, el espectacular retablo mayor es realizado en mármol y se concluye en el siglo XVII y ya en el siglo XVIII se construye la impresionante sillería del coro.



El alminar levantado por Abderraman III se conserva parcialmente en el interior de la Torre de Campanas pues para su construcción fue destruido parte del alminar. Un lugar espectacular es el Patio de Los Naranjos, el cual fue lugar de actividad social en su momento y hoy día encuentro de turistas y curiosos. Bajo los naranjos existe un amplio aljibe. En el siglo XIII se hallaba plantado con palmeras y se conoce existencia de naranjos desde el siglo XV, ya en el siglo XVIII se añadieron olivos y cipreses.




Sin duda un maravilloso encuentro con Córdoba.

Esto es un muy pequeño retazo de lo que visitar y conocer en esta hermosa ciudad, hay más Información de CÓRDOBA en la web:
http://www.turismodecordoba.org/inicio.cfm


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lunes, 12 de octubre de 2015

Castelo de Mourão


Mourão merece una visita, un paseo tranquilo como el que nos llevó el pasado día 10 por sus quebradas calles hasta el castillo, imponente en el alto desde el cual se divisa el entorno y en especial el Lago de Alqueva, espectacular. El castillo fue construido en 1343 bajo el reinado de D. Alfonso IV, en un punto estratégico y dominante de la villa. Con planta rectangular está reforzado con seis torres cuadradas, accediéndose al interior por dos grandes puertas. Las Guerras Medievales tuvieron continuidad en la Edad Moderna, con la sublevación de Portugal contra ala Unión Peninsular en el siglo XVII, por lo que se remodela la cerca exterior del castillo medieval con cuatro baluartes en los ángulos de la muralla, así como revelasen protegiendo las cortinas de la misma.


En cuanto a la historia de Mourão, la Orden del Hospital dio a esta localidad sus primeras cartas forales en 1226, refrendadas posteriormente por el rey D. Dinis en 1296. Durante el siglo XIV pasa a manos de la corona española, pero el acuerdo económico se rompe y ante las pretensiones castellano al reino de Portugal, la plaza toma partido por el Maestre de Avís, sufriendo cruentos ataques desde Castilla.


Invadida Portugal por el ejército de Felipe II el gobernador de la plaza Francisco de Mendoza se suma a la causa española y en 1640 la ciudad se suma a la rebelión y proclaman la independencia del reino de Portugal. Durante las Guerras de Independencia Peninsulares sufrió todo tipo de asedios y destrucciones, siendo atacada por los ejércitos fracés, español y angloportugués.


Hoy día es una bonita localidad de la Raya donde pasar un bonito día, y asomarse a las Terras do Grande Lago de Alqueva.

Plaza de Mourao
(de Facebook de Jacinto Cesar)


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