En esta ocasión presento el Anfiteatro Romano, su construcción se planificó junto con el Teatro Romano del que ya escribí, se inauguró en el año 8 a.C. En el anfiteatro se celebraban juegos gladiatorios y luchas entre animales o ente animales y hombres (venatoines), estas actividades eran las preferidas por el público.
El graderío (cavea) se construyó sobre la misma colina que el teatro, consta de 16 puertas a lo largo del perímetro (lo que ahora en los estadios se llaman vomitorios, vaya que a mi ese nombre no me gusta nada). Las gradas se dividen en tres sectores (ima, media y summa cavea) no quedan restos de la última, se construyeron dos tribunas una reservada a las autoridades y otra para la persona que financiaba el espectáculo, vaya al igual que en los espectáculos de hoy.
La arena es de forma elíptica, y es separada del graderío por un alto podio, un muro recubierto de mármol en su origen. En el centro de la arena se cavó una gran fosa en forma de cruz y que probablemente estuvo cubierta con un entarimado y en su interior se almacenaban las jaulas de las fieras y el material de la escena.
Dos largas galerías permitían el acceso de los gladiadores a la arena, y a ambos lados se abrían habitaciones para uso de estos gladiadores o para fieras (según distintos autores) e incluso para el culto a la diosa Némesis (a la que se encomiendan los participantes en los juegos).
Se excavó a partir de 1919. Actualmente además de visitas turísticas este espacio es utilizado bien para conciertos o para representaciones teatrales en la época en que se celebra el Festival de Teatro Clásico.