miércoles, 22 de mayo de 2019

Veiros


Veiros es una pequeña freguesia del concelho de Estremoz, en el Alentejo, llegamos a este pequeño pueblo que parece casi parado en el tiempo, un café en una tasca a la entrada del pueblo y nos disponemos a pasear por sus callejuelas en busca del castillo, al que no pudimos acceder pues estaba cerrado, pertenece a la Fundación del Asilo Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Veiros. En posición dominante sobre una colina escarpada, integraba la línea defensiva compuesta por los castillos de Monforte, Campo Maior y Ouguela. El topónimo Veiros procede de “Valerius” que es como se conocía en tiempos romanos y medievales el sitio de esta colina, donde al parecer existían vestigios de una estructura fortificada de época protohistórica.

 
 Aunque no se conoce la fecha precisa de construcción del castillo, habría sido contemporáneo de los de Alandroal y de Noudar, también erigidos por la Orden de Avis en la región. En 1299 el Maestro de Avis, Martim Fernandes, ocupó el cargo de Comendador de Veiros, administrando los bienes de la Orden en esa villa. Bajo el reino de Denis de Portugal (1279-1325), y el Maestro de la Orden, Lawrence D. Afonso, el 20 de mayo 1308 se inició la construcción de la torre del homenaje. Aquí nació en 1377, D. Afonso, octavo conde de Barcelos y 1er duque de Braganza, hijo ilegítimo de Juan, Maestre de Avis (1364-1387, el futuro Juan I de Portugal).


Bajo el reinado de Fernando I de Portugal (1367-1383) en el contexto de la tercera Guerra Fernandina (1381-1382), la ciudad y su castillo fueron atacados por las fuerzas de Castilla (1381), las fuerzas combinadas de los Maestros de Alcántara y de Santiago arrojaron fuego a la puerta de la barbacana, aunque no pudieron tomar el castillo. Más tarde, bajo el reinado de Juan III de Portugal (1521-1557), el terremoto de 1531 causó daños considerables en el castillo, que fue reconstruida en el momento.



En la guerra de la época de la Restauración de la independencia portuguesa (1640-1668), el pueblo y su castillo sufrieron ataques de las fuerzas españolas en 1646 y 1661. Don Juan de Austria ordenó la explosión de la torre menaje del castillo (1662), causando su derrumbamiento. Bajo el reino de Alfonso VI de Portugal (1656-1683) y por orden de la Junta de Guerra, el parapeto castillo fue reforzado desaparecen las almenas y se forma un camino de ronda.
 En 1812 la sede de regimientos de la infantería No. 4 y No. 10 se estableció en el recinto amurallado. Veiros fue sede de Municipio hasta el 4 de noviembre de 1872, cuando fue extinto, pasando a integrar el de Monforte. El 26 de septiembre de 1895 Veiros pasó al municipio de Estremoz.
 

El castillo pertenece a la actual Fundación del Asilo Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Veiros, creada en 1947 en cumplimiento de disposición testamentaria de la condesa de Cuba, con el objetivo de recoger, alimentar y educar a las niñas de la región, desde los 4 meses a los 16 años de edad. Y se clasifica como un Bien de Interés Público por el Decreto N ° 41 191, publicado en el Boletín Oficial, Serie I, Nº 162 de 18 de julio, 1957. 


El conjunto presenta planta trapezoidal, con muralla de albañilería de pizarra con cantería de granito y mármol en elementos secundarios. Esta muralla, de unos dos metros de ancho, es recorrida en su cima por un adarve. Se conservan ocho torres: siete, de planta en “U” (seis encuadrando las puertas norte, sur y oeste, y una orientada al noroeste) y una, de planta cuadrangular, que vigila y defiende el amplio paramento norte. 

En los paños de muralla se abrían originalmente cuatro puertas, orientadas hacia los puntos cardinales, de las cuales quedan tres (al sur, oeste y norte). La puerta sur era posiblemente la llamada Puerta de Estremoz. La puerta oeste está obstruida y se encuentra flanqueada por dos torretas cilíndricas a través de un arco de vuelta perfecta y por su parte la perta norte es de arco roto más ancha que las demás y que según algunos autores podría tener origen musulmán de los siglos VIII o IX. La cuarta puerta, al este (Puerta del Sol), se situaba en el lugar de la actual torre del reloj. En el interior del recinto se encentra la Iglesia matriz dedicada a São Salvador, de finales del siglo XVI, que sustituyó a una primitiva iglesia del siglo XIII.


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jueves, 9 de mayo de 2019

Porto - Primera Parte

Rabelo, Puente de Luis I y Ribeira
Volvemos a esta maravillosa ciudad a orillas del río Duero, una ciudad de puentes, de puestas de sol, de rabelos, balcones en la Ribeira, barrio donde perderte entre sus calles estrellas con escaleras y pasamanos ya algo desgastados por el tiempo. Y sin duda la mejor manera para entrar en contacto la ciudad de Oporto es recorrerla, pasear por sus calles y avenidas, en nuestro caso elegimos hacerlo de la mano de 1.2.Tours, que nos contó la historia de la ciudad, desde su nacimiento hasta la actualidad pasando por conquiestas y reconquistas, monarcas y republicanos, dictadura y revolución.

Vista de la Ciudad con la Torre de los Clérigos
Ciudad que ha dado nombre a Portugal, antiguamente Cale, era una pequeña aldea celta ubicada en la desembocadura del Duero a la que los romanos añadieron un puerto, puerto de Cale "Portus Cale", origen del topónimo Portugal. En el año 456 fue tomada por el rey visigodo Teodorico II. Los visigodos gobernaron la ciudad hasta el año 716 en que fue conquistada por los árabes, que permanecieron en Oporto hasta que fue reconquistada por el rey Alfonso I de Asturias. Tras la reconquista quedó casi abandonada hasta que, en el 880, el último rey asturiano Alfonso III el Magno la mandó repoblar. En 1096, el rey Alfonso VI de Castilla y León casó a su hija Teresa con Enrique de Borgoña y les concedió un condado el "Condado Portulacense" con capital en Oporto.

En 1387 Juan I de Portugal se casó con Felipa de Lancaster, nieta del rey Enrique III de Inglaterra, matrimonio del que surgió el Tratado de Windsor y con él la alianza militar en vigor más antigua del mundo entre Portugal e Inglaterra. En 1394 nació en Oporto Henrique "el Navegante", hijo de Juan I de Portugal. Los Descubrimientos enriquecieron a Portugal que se convirtió en el centro europeo del comercio marítimo, y sus puertos, entre ellos el de Oporto, vivieron una época de fuerte dinamismo. En Oporto se desarrolló una gran actividad marítima y comercial que la puso a la cabeza de la industria portuguesa de construcción de buques. 

Vista del Río Duero, Oporto y Vila Nova de Gaia

De 1580 a 1640, España y Portugal estuvieron unidos en el imperio más grande jamás conocido, upuso un gran crecimiento urbano y administrativo para Oporto. Los dos países unidos eran la envidia del mundo. Fue una era de grandes producciones artísticas que culminaría en el llamado Siglo de Oro de Oporto, el XVIII.

En 1756 Oporto se convirtió en el centro de la insurrección contra el Marqués de Pombal que pretendía crear un monopolio británico con los vinos de Oporto. Durante la invasión napoleónica, los españoles ocuparon Oporto en 1807. Dos años después, en 1809, fue recuperada por el general Soult para los franceses. El siglo XVIII, época dorada de Oporto, la ciudad experimentó un cambio colosal, llenándose de bellos edificios de corte neoclásico y barroco. El motor de la pujanza económica se debió al desarrollo de la industria asociada a sus famosos vinos.

Vila Nova de Gaia

En el año 1820, Oporto es escenario de un levantamiento militar que acaba con la monarquía absoluta dando paso a una constitución liberal. En 1890 se construyó el puerto de Leixoes que impulsó el crecimiento económico de Oporto y, a principios del siglo XX con la llegada de la República, la ciudad se transformó. Símbolo de esta época es la construcción de la Avenida de los Aliados. Ya durante la dictadura de Salazar, que perduró hasta la Revolución de los Claveles de 1974, se mejoraron mucho las infraestructuras, destacando en Oporto la construcción del puente de Arrábida en 1963.

Comenzamos la visita en la Avenida dos Aliados, imponente con las espectaculares fachadas de granito de los edificios, partiendo del edificio del Ayuntamiento, en esta avenida se celebran los grandes aconteciminentos de la ciudad, y nosotros coincidimos con dos de ellos el día del trabajo y la Queima das Fitas, fiesta de los estudiantes que tiene lugar a partir del mes de mayo  y donde celebran el final del curso académico y el inicio del mes de estudio que antecede a los exámenes finales, con conciertos, desfiles y serenata. 

Avenia de los Aliados

Ayuntamiento

Bajando la avenida llegamos a la preciosa Estación de Sao Bento, situada en al Plaza de Almeida Garret se ha convertido en un pequeño reflejo de la historia del país, de los transportes en las paredes de la entrada a la estación. Fue construida a inicios del siglo XX donde antes existía el Convento de Sao Bento de Ave María y hoy día es considerada como una de las estaciones ferroviarias más bonitas del mundo.


Murales de azulejos en la Estación Sao Bento que nos 
cuentan episodios de la Historia de la Ciudad
Pasear por la Rua de Santa Caterina con el bullicio de la gente a todas horas, en busca del Café Majestic y el Mercado do Bolhao que estos días se encuentra en obras de remodelación.  Cualquier visitante a la ciudad no puede olvidarse de acudir a la Librería Lello, considerada una de las más bonitas del mundo con un interior noegótico, con una espectacular escalera ornamental y el amplio vitral del techo, eso sí tienes que armarte de paciencia con las largas colas que hay para entrar.

Otro importante punto de la ciudad es la Torre de los Clérigos, uno de los principales iconos de Oporto, fue construida en 1754 por Nicolas Nasoni, junto con la iglesia forma un grandioso conjunto. La torre tiene 75 metros de altura a cuya cima se asciente por 250 escalones para tener unas impresionantes vistas de 360 grados de la ciudad y del río. 

Torre de los Clérigos
Vista de la ciudad desde la Torre de los Clérigos

Muy cerca se encuentran la Iglesia de los Carmelitas y la Iglesia do Carmo, como la ley de la época prohibía la construcción de dos iglesias juntas, la solución a ello fue la construcción de una casa en medio de las dos. Es tan estrecha que si no te lo dicen no te das cuenta, curioso. También encontramos en la zona el Palacio de Justicia, un edificio característico de la dictadura portuguesa, monumental, de líneas rectas y austeras que pretende transmitir el poder del Estado y la fuerza de la Justicia donde destaca la estatua de bronce de la fachada que representa a Themis, la diosa de la Justicia, pero donde hay tres elementos de la escultura que llaman la atención, la ausencia de venda en los ojos, la balanza en posición de reposo junto al cuerpo y que lleva la espada como elemento principal, esta era la imagen de la justicia de Salazar.

Palacio de Justicia
Estatua en el Palacio de Justicia

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Porto - Segunda Parte

Vista del Río Duero

Continuamos nuestro viaje visitando las murallas de la ciudad de Oporto. La Muralla Primitiva que tenía un perímetro de 750 metros y encerraba una superficie de 4 hectáreas,  delimitaba la colina Pena Ventosa, donde estaba asentada la ciudad, en cuyo centro se encontraba, y todavía se encuentra, la Catedral de Oporto. Y la Muralla Fernandina que tenía un perímetro de 2.600 metros, encerraba una superficie de 44,5 hectáreas y con una altura de 9 metros, estaba reforzada con almenas y torres de planta cuadrada. 

Muralla Fernandina
Muralla Primitiva
La Sé Catedral  se sitúa en el corazón del centro histórico, su construcción se remonta al siglo XII, a su alrededor giraban un conjunto de calles, pequeñas plazas y callejones. En este lugar se celebró en 1387 la boda del Rey D. Joao I con la princesa inglesa Filipa de Lancaster que afianzó la alizanza luso-británica que dura hasta nuestros dias. En la plaza encontramos el Pelourinho (Picota) donde ase colgaba a los criminales y siendo tambíen símbolo de la justicia y del poder real o señorial.

Catedral y Pelourinho
Desde la Catedral bajamos a orillas del Río Duero para visitar el Palacio de la Bolsa, sede de la Cámara de Comercio e Industria de Oporto y de estilo neoclásico. Está localizado en el barrio de la Ribeira y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Nada más acceder encontramos el impresionante Patio de las Naciones (Pátio das Nações), un patio acristalado donde se exhiben los escudos de todos los países que han mantenido algún tipo de vínculo comercial con Portugal (el escudo de España se encuentra justo frente al portugués), a través de una elegante escalera, se sube hasta la primera planta, donde pasamos por una serie de estancias como  el gabinete de Gustave Eiffel, la biblioteca, que contiene más de 10.000 libros pero que no puede visitarse como turistas y la impresionante Sala Arábe (Salão Árabe), cuya decoración está inspirada en la Alhambra granadina, destinada a las recepciones oficiales.

Palacio de la Bolsa
Sala Árabe del Palacio de la Bolsa

Salimos del palacio y nos damos un paseo por La Ribeira, uno de los lugares más atractivos y con más encanto de Oporto, juno a orillas del Duero está formado por casas coloridas cada una de ellas a su manera, sus calles estrechas, empinadas, con escalera y sus pasamanos desgastados por el tiempo hacen del lugar un sitio para perderse. Fue construido en el siglo XII, pero es en el siglo XIV y XV el punto de más actividad comercial y marítima. 

Vista de la Ribeira

Rabel y al fondo La Riberia
Recomiendado a todo el mundo dar un paseo en una embarcación típica portuguesa del Río Duero y que tradicionalmente transportaba las barricas de vino de Porto del Alto Duero hasta Vila Nova de Gaia donde el vino era almacenado, envejecido, embotellado y comercializdo. Me refiero al barco Rabelo, en el cual hicimos un recorrido para descubrir los seis puentes que unen las dos orillas del Duero:
  • Puente de S. Joao, es un puente ferroviario construido entre 1984 y 1991, de 250 metros de longitud.
  • Puente do Freixo, situado más al este de todos los del río Duero.
  • Puente do Infante, inaugurado en 2003 de 371 metros de longitud, considerado como uno de los puentes más esbeltos del mundo.
  • Puente da Arrábida, construido entre 1956 y 1963.
  • Puente D. Maria Pia, construido en 1887 por la casa Eiffel, considerado monumento nacional de Portugal desde 1982.
  • Puente D. Luis I, el más impresionante, realizado por la  empresa belga Société de Willebroeck con un proyecto del ingeniero Théophile Seyrig, que ya había sido el autor de la concepción y jefe del equipo de proyecto del Puente de Dona Maria Pia. Su principal características es el arco de hierro que posee, actualmente en su parte superior pasa una de las líneas de metro de Oporto y desde arriba hay unas espectaculares vistas del río y la ciudad.
Puente de Luis I


Puente de Luis I
Cruzando este último puente de Luis I llegamos a Vila Nova de Gaia donde visitar una de las muchas bodegas donde envejece el famos Vino de Oporto (en nuestro caso fue la Bodega Calem), que se produce a partir de uvas  procedentes dela región del Duero a más de 100 kilómetro de distancia de la ciudad de Oporto. A partir de la segunda mitad del siglo XVII este vino se exportaba a todos los rincones del mundo. Lo que le da la singularidad a este vino es que la fermentación se interrumpe añadiéndole aguardiente, por ello tiene mayor graduación que el resto.

Vila Nova de Gaia
Bodegas Calem
Para finalizar un lugar que no se puede uno olvidar de visitar es Matosinhos, donde dar un paseo por sus playas o comer un buen plato de pescado en cualquera de los muchos restaurantes. Nosotros tuvimos la suerte de coincidir con un día de puertas abiertas para visitar el Porto de Leixoes, uno de los principales puertos marítimos de Portugal, ubicado a 4 kilómetros al norte de la desembocadura del río Duero.

Playa en Matosinhos

Y no se puede ir uno de Oporto sin beber su vino, o sin probar platos como la Francesinha , o unas Bifanas en el Restaurante Conga, eso si deberás armarte depaciencia pues hay colas siempre. Y no olvidar una copa en alguno de los bares de las Galerías de París.

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