miércoles, 24 de junio de 2020

Castillo de Trevejo


Ya desde el cruce que en Villamiel te lleva a Trevejo se aprecia la impresionante figura de este castillo. Llegamos a la villa y caminamos por la calle principal, parece que hemos vuelto al siglo XV, casas de mampostería, el suelo empedrado y los gatos durmiendo plácidamente en las puertas de las casas. Llegamos a la Plaza Mayor y topamos con el busto de "Chon" (Adoración) quien fue el corazón de Trevejo, continuamos y llegamos al castillo.



El castillo de Trevejo aparece citado ya en 1184 con motivo de la donación que hace Fernando II a don Pedro Arías, prior de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalem (Hospitalarios). Desde entonces la fortaleza y sus tierras pasaron a manos de la Orden de Santiago y a la de Alcántara. A lo largo de este tiempo se hicieron numerosas reformas y añadidos hasta finales el siglo XV y principios del siglo XIV que se configura tal como ahora la vemos, aunque hoy día los desperfectos son numerosos.



En el interior se conserva un escudo heráldico con las armas del comendador don Juan Piñero. El conjunto está formado por un recinto amurallado con el que se asocia la torre que constituye el castillo propiamente dicho, más abajo existe una barrera a modo de barbacana de la cual hoy se conserva parte en la zona de la puerta de acceso al recinto. Según textos existía una tercera cerca situada más hacia el caserío de la cual no se conservan restos.


Lo más interesante es la torre del Homenaje de la cual ha desaparecido su mitad oriental, que según se dice fue volada por las tropas del ejército francés durante la Guerra de la Independencia, aún así, se puede observar su impresionante figura. Tiene planta pentagonal en sillería de granito. A la misma se accede  através de una puerta elevada que hacía necesario un puente levadizo. Su interior constaba de cuatro niveles con un sótano. Se conserva poco del edificio, algunos elementos como parte de escaleras, troneras o cañoneras así como elementos de la cocina, mezclando actividad defensiva como doméstica. Sentado en la ventana de la torre permite contemplar la placidez del paisaje, espectacular.



Desde el Castillo se puede ver el pequeño e irregular casco urbano de Trevejo. A los pies están la iglesia parroquial y su correspondiente espadaña. La espadaña data del siglo XII y posiblemente sea la construcción medieval más antigua de la alta Extremadura, está presidida por el escudo de la Orden del Pereiro. Detrás de la iglesia podemos encontrar sepulcros labrados en la roca que datan de la misma época que la espadaña (siglo XII). La iglesia de San Juan Bautista (patrón de la Orden Hospitalaria), fue restaurada en el siglo XV, con un interior muy simple con una talla de San Juan Bautista y otra en un lateral de la Virgen con el niño en brazos.




Al salir cualquier senderista debe sentarse sobre la pared de la iglesia y contemplar el Jálama a lo lejos y en primer plano la serpenteante carretera que lleva a Villamiel. Sin duda Trevejo es un maravilloso lugar para desconectar y buscar un poco de tranquilidad y paz.


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martes, 23 de junio de 2020

Trevejo - Villamiel - San Martín de Trevejo


Se trata de una bonita ruta por un entorno espectacular, transcurre por un tramo del GR10 (E7) entre Trevejo y San Martín de Trevejo pasando por Villamiel. Son 7 kilómetros, incluido un paseo por la localidad de Villamiel para visitar los principales puntos de interés.

Comenzamos la ruta en el Castillo de Trevejo, al cual dedico una entrada en este blog, para dirijirnos entre sus calles que parecen paradas en el tiempo, hasta la explanada del aparcamiento y tomar el GR10 que da la vuelta a un cerro para tras cruzar la carretera e iniciar un descenso hasta el arroyo de Los Lagares, desde aquí ascendemos hasta la localidad de Villamiel por un viejo sendero empedrado, entre muros de piedra de huertos, viñas, olivos y castaños.


En Villamiel hacemos un pequeño recorrido por las callejuelas de la localidad para visitar la plaza donde se encuentra la Iglesia de la Magdalena, del siglo XVI, visitamos el mirador del Teso de la Cruz desde donde hay unas espectaculares vistas del entorno y del Castillo de Trevejo, a apenas cuatro kilómetros de distancia.



Continuamos la ruta por la Calle Soledad, y tras pasar por la plaza de toros tomamos el camino que nos conduce a nuestro destino, el pueblo de San Martín de Trevejo. Tras una pequeña subida nos adentramos en un bonito bosque de castaños que con un descenso pronunciado, cruzamos la carretera que comunica Villamiel con San Martín de Trevejo, y llegamos entre huertas y olivos a la localidad, una vez allí nos dirigimos a la Plaza Mayor, una plaza porticada donde se encuentra el Palacio del Comendador o el Palacio de Ojesto. La Torre Campanario que se dispone alejada del templo, asoma en una de las esquinas de la plaza, esta labrada en sillares, y en la misma se observan gárgolas con temática animalística.

Pero sobre todo lo que nos llamó la atención de San Martín de Trevejo fue el agua corriendo por sus calles constantemente, una maravilla.






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lunes, 15 de junio de 2020

Castillo de Segura de León


Desde lejos ya se aprecia el imponente castillo de Segura de León al que nos dirigimos. Una vez en el pueblo y tras un paseo por el mismo nos dirigimos al Castillo donde tras una breve introducción por parte de Rocío, de la oficina de turismo, nos disponemos a recorrer algunas de sus estancias como una pequeña capilla o su torre del homenaje a la cual en estos días no se podía subir hasta las almenas, tan solo es visitable una habitación de la misma. Su patio de armas, que en el siglo XIV debía ser un hervidero de gente, ahora nos acoje para comenzar nuestra visita. Recorremos el camino de ronda desde donde hay unas impresionantes vistas del entorno, por lo cual se debió elegir este lugar para situar este castillo y así dominar todas las tierras circundantes.



El Castillo se construye a finales del siglo XIII e inicios del XIV, sirviendo de sede a una encomienda de la Orden de Santiago. Se trata de un castillo de planta irregular adaptandose a la orografía del cerro donde se sitúa, en algunos lienzos se refuerza con cubos semicilíndricos y torres prismáticas y redondas. A finales del siglo XV se acomenten obras de reforma por el entonces Comendador Mayor don Alonso de Cárdenas quien construyo la torre redonda así como el baluarte de la entrada principal.



La puerta principal se protege en lo alto con un matacán y a ambos lados la Torre de los Alcaides y la Torre de Miramontes cilíndrica. La Torre del Homenaje destaca al noroeste. En el interior del recinto se construyen numerosos edificios para atender las necesidades del castillo, alguno de ellos ya desaparecidos, en uno de sus laterales aún permanecen las ventanas de un piso superior de un edificio. Aún se mantiene al oeste del recinto a la entrada del mismo algunos edificios, entre ellos el llamado Cuarto de Garcilaso, construido durante los inicios del siglo XVI, en tiempos del Comendador García Laso de la Vega, padre del poeta Garcilaso de la Vega. También permanece una galería porticada y la capilla que pudimos visitar con una bóveda de crucería estrellada.

También pueden verse en la actualidad unas medias tinajas empotradas en «cal y canto» (mezcla de piedras y argamasa), procedentes del convento franciscano cercano, traídas por las tropas francesas en el año 1811 y situadas frente a la puerta falsa del castillo.



Una vez abandonamos el castillo, no sin antes dar una vuelta por el exterior de la muralla entre las casas del pueblo, nos dirigimos a ​varios puntos de interés de la localidad, al monumento al Sagrado Corazón de Jesús para observar las bonitas vistas del pueblo, del entorno y del castillo desde ese lugar.


Un breve paseo nos conduce al Convento de San Benito construido por los Franciscanos en 1480 tras la concesión del Maestre de Santiago don Alonso de Cárdenas. Solo pudimos visitar la iglesia donde se encuentra la imagen del Cristo de la Reja de comienzos del S. XVI. Después de haber estado situada bajo el coro o en la capilla de los Ramírez se instaló definitivamente sobre la reja en 1667.


Por último antes de abandonar la localidad una parada en la Ermita de la Virgen de los Remedios, construida en 1833 y a la cual se accede por un soportal de tres arcos de medio punto al frente y otro lateral. En el interior destacar el altar mayor, que está presidido por un gran retablo de estilo barroco bajoextremeño, de autor desconocido, tallado, dorado y pintado en la segunda mitad del s. XVIII.


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lunes, 8 de junio de 2020

Pinturas Rupestres en Arroyo de San Serván

Retomamos la actividad en el mismo lugar donde la dejamos previo al confinamiento, en la Sierra de Arroyo, en Arroyo de San Serván (Badajoz), en esta ocasión vamos a la búsqueda de las muchas pinturas rupestres que se pueden encontrar a lo largo de la sierra. La ruta es sencilla, se parte de la Ermita de la Encarnación (también conocida como la Ermita de la Madre de Dios), que se encuentra incluida dentro de la Lista Roja del Patrimonio y de la cual he dedicado ya una entrada en este blog. Desde este impresionante lugar tomamos el Camino de La Zarza, tras dos kilómetros y medio y después de pasar por el paraje de Las Minas (una antigua mina de hierro que se encuentra vallada) desde elcamino se puede observar una gran encina en la base de la sierra, es el momento de abandonar el camino y dirigirse a la encina, las pinturas están a pocos metros en las cuarcitas. El track de la ruta está disponible en WIKILOC.


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Nos encontramos con pinturas rupestres varios abrigos separados pocos metros, de edad Calcolítico. El Abrigo nº 13 se ubica en la oquedad de la pared cuarcítica con un panel pictórico en el cual se observa la superposición de figuras y una representación repetida de soliformes, motivos de barras, ramiformes, antropormorfos. El Abrigo nº 12 está situado a pocos metros del anterior y se sitúa en una pequeña oquedad con un conjuto de pinturas divididas en cuatro grupos apareciendo dos cuadrúpedos entre los más característicos.

Durante un buen rato disfrutamos fotografiando, observando los dibujos e intentando descifrar el significado que hace algunos milenios los hombres que los hicieron quisieron dar a los dibujos que ahora teníamos ante nosotros.
El estado de conservación parece bueno, aunque si que es verdad que algunas figuras están algo más deterioradas por el agrietamiento. Más tarde ya en casa leyendo descubro más cosas sobre estos símbolos que encontramos.


Antropomorfos


Soliformes

Sin duda el panel más impresionante lo encontramos en el Abrigo nº 13 en el se observa un antropomorfo algo aislado del resto con brazos en asa y con extremidades inferiores y falo, y dos esteliformes sin haces a su derecha. Después aparecen algunos dibujos más próximos entre si interpretados como un cortejo encabezado por ídolo oculado formado por dos círculos y eje vertical con extremidadeses inferiores y falo. A la derecha de este antropomorfo aparecen otros dos antropomorfos superpuestos de brazos en asa sobre barras verticales y horizontales. Por último cuatro barras verticales.

Antropomorfo aislado

Cortejo


En otra parte de la cavidad vemos representadosun cuadrúpedo. Así como tres antropomorfos de mayor tamaño algo desdibujados. Las dos primeras están formadas por dos círculos atravesados por una línea vertical. La tercera presenta arcoriforme en la parte superior, falo y extremidades inferiores.


Cuadrúpedo


Antropomorfos

Estas pinturas fueron declaradas como Bien de Interés Cultural por la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español (publicada en el BOE de 29 de junio de 1985).

Una espectacular experiencia y un lugar enigmático. Iniciamos la ruta en el siglo XXI, pasamos por el siglo XVI para contemplar la Ermita de la Encarnación y retrocedemos hasta primer milenio antes de critsto, en el Calcolítico. Un viaje maravilloso.


Enlace a un interesante artículo de Magdalena Ortiz Macías
(Historiadora y directora de la Biblioteca Municipal y Archivo Histórico de Mérida)