sábado, 26 de febrero de 2022

Barrio de Mouraria

Largo do Severa

Nos encontramos en la zona en la que fueron instalados los musulmanes (mouros) de la ciudad después de la conquista de Lisboa por Alfonso Henriques, el primer rey de Portugal, en 1147. Al pie del Castelo de São Jorge, es donde vivían hasta ser expulsados junto con los judíos en 1497. De esta zona sobreviven algunos vestigios de la muralla musulmana (a Cerca Moura).

Se trata de un barrio típico lisboeta, con las esencias de un pueblo dentro de la ciudad. Es considerado la cuna del Fado, aquí vivió María Severa Onofriana, la primera gran fadista, en el siglo XIX, que debido a sus amores con el Conde de Vimioso, introdujo la música popular entre la aristocracia.

Rua do Mouraria

Las calles de A Mouraria ofrecen a quien lo visita, un patrimonio histórico con majestuosos palacios, iglesias barrocas, casas del siglo XVII y fachadas de azulejos, un lugar por donde perderte entre sus estrechas callejuelas. La mayoría de turistas, por desconocimiento, pasan de largo por este barrio que es, para nosotros de visita casi obligada.

Como ya he mencionado antes, entre los muros del barrio más antiguo de Lisboa cantó sus primeros versos María Severa, una prostituta que buscaba atraer a los marineros que llegaban al puerto, con melodías llenas de nostalgia que acabarían siendo el germen del Fado. Murió joven de tuberculosis siendo enterrada en una tumba sin identificar en el humilde Cemiterio do Alto de São João. Hoy podemos ver una placa en la entrada de su antigua vivienda hoy convertida en casa de fados.

Estatua a la entrada de la Rua do Capelão


Retratos de Fadistas en Rua do Capelão

Mouraria homenajea a los mejores fadistas en la Rua do Capelão, en cuyas paredes lucen los retratos de los más grandes del Fado como son Argentina Santos, Fernando Mauricio o la grandísima Amália Rodrigues "A Rainha" (1920-1999), la mejor fadista de la historia, que uno no se cansa de escuchar un y otra vez. Con ella el Fado rompió fronteras, paso todas las barreras ideológicas, poéticas y musicales. En su voz el Fado conquistó el territorio de la poesía erudita. Su arte llevó el Fado a los más prestigiosos palcos del mundo, siendo aclamada nacional e internacionalmente como la voz de Portugal, adoptando una dimensión universal.

Amália Rodrigues
"Nao sou eu que canta o fado, e o fado que canta em mim"

Pero las calles de este barrio no solo presumen de fadistas, este es un barrio popular donde los vecinos tienen un protagonismo especial gracias al proyecto de la fotógrafa inglesa Camilla Watson, que fotografió a los vecinos y sus fotos cuelgan de los muros de algunas de sus calles, entre Largo dos Trigueiros y Beco das Farinhas.

Sr. Salgado

Doña Piedade

Descubrimos, en este viaje, un barrio de diversidad cultural y a su vez un espíritu muy portugués, donde sus habitantes son tan importantes como los famosos fadistas que pasaron por sus calles, y donde no se concibe no saludar al vecino, donde la vida cotidiana se desarrolla de ventana a ventana.

Para descubrir el barrio una buena idea es recorrer sus calles, lo que hicimos nosotros de la mano de Mariana, una guía turística por el día y fadista por la noche, a la que doy las gracias desde estas líneas por sus explicaciones, por hacernos entender la importancia de este barrio para la historia de esta maravillosa ciudad y por hacernos sentir el fado. Es recorrer sus calles empezando desde Martin Moniz junto a la capilla blanca de Nossa Senhora da Saudade, tomar la Rua do Mouraria hasta encontrar a la derecha la Rua do Capelão donde encontrarás los retratos de los grandes fadistas. Y desde este punto lo que te recomendamos es callejear sin perderte las calles como Beco do Jasmin, Rua dos Trigueiros o Beco das Farinhas, hasta terminar en las Escadinhas de São Cristóvão donde hace pocos años fue inaugurado un grafiti plasmando de forma divertida los elementos protagonistas del Fado, Severa se agarra a Fernando Mauricio, el rey del fado, rodeados por los temas más habituales del mismo y algunos símbolos de la ciudad.

Grafiti en Escadinhas de São Cristóvão

Conocer el Barrio de Mouraria en Lisboa es imprescindible y necesario para conocer el lado más auténtico de la ciudad. No vas a encontrar grandes monumentos ni restaurantes de moda. Solo encontrarás la Lisboa más auténtica con sus fachadas de azulejos, coladas secadas al viento, vecinos asomados a las ventanas hablando de lo cotidiano, estrechos callejones con balcones llenos de macetas, gentes sentadas en los bancos de sus pequeñas plazas y sobre todo Fado, mucho Fado. Aquí vas ha sentir la ciudad.

Más fotografías de LISBOA 

domingo, 6 de febrero de 2022

Ruta del Emperador

Carlos V

La Ruta del Emperador conmemora el viaje realizado por el Emperador Carlos V desde el Palacio de los Condes de Oropesa, en Jarandilla de la Vera, hasta el Monasterio de Yuste, en Cuacos de Yuste.

Llegamos a la Casa de la Cultura de Jarandilla de la Vera donde recogemos el Pasaporte Carolino para posteriormente desayunar unos buenos churros, nos dirigirnos al Palacio de los Condes de Oropesa, hoy Parador de Turismo, donde se produce el discurso del emperador Carlos V que se dirige al pueblo para despedirse pues inicia su camino hasta el Monasterio de Yuste, lugar de su retiro. Finalizado el discurso se produce la salida del séquito camino del monasterio. La Ruta del Emperador, se celebra todos los años el primer fin de semana de febrero y una semana después se celebra la ruta ecuestre, que realiza el mismo camino pero a caballo. Una ruta de algo más de diez kilómetros de dificultad fácil, el track está disponible en WIKILOC.

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La ruta parte desde el Parador de Turismo, nos dirigimos a la iglesia de San Agustín, bajamos por la calle Cuesta de los Carros hasta llegar a su final, giramos a la derecha por la calle Marina, hasta llegar a un camino. Avanzamos entre casas y huertos hasta llegar al Puente Parral que cruzamos. 

Puente Parral

La ruta se encuentra bastante bien marcada, incluso al cruzar los pueblos. Ascendemos por un camino entre fincas y robles para llegar al Collao Miraelrio, linde entre Jarandilla y Aldeanueva. Descendemos entre robles primero y fincas después hasta llegar a Aldeanueva de la Vera, donde en una de sus plazas encontramos un animado mercado medieval. Durante toda la ruta hay gran cantidad de fuentes donde poder beber, una de las que más nos llamó la atención es la que se encuentra en Aldeanueva de la Vera, la Fuente del Boticario.

Fuente del Boticario

Continuamos y salimos del pueblo descendiendo por el camino de Cuacos de Yuste, hasta llegar al Puente del Tejar. A partir de aquí el camino es llano con pequeñas subidas y bajadas hasta llegar a Cuacos de Yuste

Llegada de la comitiva con Carlos V a Cuacos de Yuste

Al llegar al pueblo cruzaremos un puente, llegamos a la plaza donde se encuentra un mercado y varios puestos donde reponer fuerzas, salimos del pueblo dirección Monasterio de Yuste.  Este tramo es una ascensión por una acera de la carretera, nos adentramos en el robledal y al terminar la cuesta tenemos el Cementerio Alemán, lugar donde descansan soldados alemanes caídos en la Primera y Segunda Guerra Mundial.

Seguimos y tras una leve bajada y una rampa final con buena pendiente llegamos al Monasterio de Yuste. Aquí recogemos nuestro diploma acreditativo de que hicimos la Ruta del Emperador. Durante la tarde hay autobuses que salen desde Cuacos de Yuste hacia Jarandilla de la Vera para traer de regreso a los senderistas, son totalmente gratuitos.

Espectaculares vistas durante toda la Ruta

Monasterio de Yuste

Monasterio de San Jerónimo de Yuste.

El Monasterio de Yuste es conocido sobre todo por ser la última morada del Emperador Carlos V, el lugar que eligió para descansar y meditar tras un reinado lleno de guerras y conflictos políticos y religiosos. Carlos V decidió abdicar en favor de su hijo, Felipe II, y se trasladó a la comarca de La Vera a finales de 1556. Residió en el Monasterio de Yuste desde principios de 1557 hasta su muerte, a finales de 1558.

El monasterio tuvo su origen en un pequeño monasterio o cenobio construido en 1407 y en el que vivían inicialmente unos pocos ermitaños. Con el paso del tiempo fue aumentando el número de monjes, que finalmente se acogieron a la Orden de San Jerónimo. El edificio original sufrió numerosas reformas, inicialmente para ampliar las diferentes dependencias de los monjes y posteriormente para construir la casa palacio que serviría de residencia al emperador.

A comienzos del siglo XIX, durante la invasión francesa, el Monasterio de Yuste fue abandonado por los monjes Jerónimos y sufrió numerosos daños. Con la desamortización de Mendizábal se subastó el edificio y fue utilizado para tareas agrícolas y ganaderas. El estado de abandono continuó prácticamente hasta mediados del siglo XX. En 1931 es declarado Monumento Histórico Artístico y en 1949 comenzaron las labores de rehabilitación, intentando respetar en la medida de lo posible la estructura original de los edificios. Unos años más tarde vuelve la Orden de San Jerónimo. Dentro del conjunto arquitectónico del Monasterio de Yuste destacan:

Iglesia del Monasterio de Yuste. Se trata de un edificio sencillo, de estilo gótico tardío, construida en el siglo XV junto con el claustro gótico. En la fachada occidental se pueden ver elementos renacentistas posteriores, del siglo XVI. Su estructura se basa en una única nave, con bóveda de crucería estrellada. En la entrada, en un piso superior, está situado el coro. El retablo del altar mayor es obra del escultor Antonio de Segura, por encargo de Felipe II.

Claustro gótico. Es el más antiguo, y se construyó en la misma época que la iglesia que se conserva actualmente. Es un claustro rectangular, de dos pisos. Los arcos son muy amplios y se asientan sobre pilares cilíndricos. El patio interior tiene en la actualidad un jardín con una fuente en el centro. El claustro servía de punto de acceso a todas las dependencias del monasterio, incluyendo las celdas de los monjes, que se encontraban en el piso superior.



Claustro plateresco. Es de estilo renacentista. Es más amplio y luminoso que el claustro gótico. Tiene dos pisos. En el piso inferior los arcos son de medio punto, mientras que en el piso superior son arcos rebajados. Los arcos se apoyan sobre columnas renacentistas con capiteles ornamentados con diferentes emblemas y escudos. El patio tiene un jardín muy bien cuidado en el que crecen algunos cipreses. En el centro del patio hay una fuente de piedra.

Casa-Palacio de Carlos V. Es un edificio muy sencillo, de planta rectangular, construido en ladrillo y mampostería fundamentalmente, y sin apenas elementos decorativos. Está adosado a la parte sur de la estructura de la iglesia. El palacio tiene dos plantas principales, cada una de ellas con cuatro habitaciones separadas por un corredor. Al piso superior, donde se encontraban las habitaciones del monarca, se podía acceder por medio de una gran rampa situada al oeste, lo que permitía al emperador llegar directamente a caballo dado su deteriorado estado de salud. Esa planta tenía dos habitaciones interiores (la alcoba del emperador y una sala auxiliar) y dos habitaciones exteriores que daban a los jardines, que se utilizaban como comedor y sala para audiencias. Todas las estancias eran muy sobrias, con una decoración muy sencilla. La alcoba se diseñó de tal forma que el monarca podía seguir la misa desde su cama, sin necesidad de bajar hasta la iglesia.


Jardines del palacio. Los jardines del palacio fueron diseñados para asemejarse a los que tenía la casa natal del monarca en Gante. El agua era uno de los protagonistas, con el estanque principal que se conserva en la actualidad y probablemente otros pequeños estanques alrededor del palacio. Estos jardines no sólo tenían un carácter ornamental, sino que además servían como huertos de verduras, plantas medicinales y árboles frutales.


Busto de Carlos V

  • Más información del Monasterio de San Jerónimo de Yuste AQUI.
  • Más fotografías de la Ruta del Emperador en mi ÁLBUM DE GOOGLE.