miércoles, 24 de enero de 2018

Castelo de Noudar


Las primeras incursiones en la zona tuvieron lugar en la prehistoria, y posteriormente ocupada por Romanos, Visigodos y Musulmanes, responables de la primera fortificación del lugar hacia el siglo X o XI, cuando se edificó la primera torre para controlar el camino hacia Beja.

En la época de la Reconquista cristiana de la Península Ibérica la región fue conquistada por el comandante Gonçalo Mendes da Maia, en el año 1167. Ya en el siglo XIII la ciudad pasa a la corona portuguesa por el Tratado de la Guardia (en 1295), que estableció la paz entre D. Dinis y Fernando IV de Castilla. En 1303, los dominios fueron donados a la Orden de Avis con la condición de reconstruir el castillo, cuyas obras finalizarían en 1308.
 

En la época de D. Manuel I, se registra por parte de Duarte de Armas la existencia de barbacanas circundando el castillo, una estructura militar típica del siglo XV. El pueblo y su castillo pasan de nuevo a manos españolas desde la Guerra de la Restauración de la Independencia de Portugal (1644), hasta la Guerra de Sucesión Española (1707). El Castillo de Noudar y el distrito son devueltos a Portugal por el Tratado de Utrech, el 6 de febrero de 1715.

Ya en el siglo XIX se inicia un lento proceso de despoblación en la Villa de Noudar, implicando el cambio de sede a la villa de Barrancos, a finales de siglo el castillo fue subastado públicamente pasando a manos de Joao Barroso Domingues en 1893. Sus ruinas se encuentran clasificadas como Monumento Nacional desde el 23 de junio de 1910. Se realizarón importantes trabajos de exploración arqueológica en 1980, se reconstruyó la iglesia y varias edificaciones, y no fue hasta 1997 cuando pasa a manos públicas realizándos nuevos trabajos en la zona.


Situado en el Parque de Natureza de Noudar, cuando llegas al lugar ya te das cuenta de la posición estratégica del castillo de Noudar, se encuentra sobre un elevado cerro (a 269 metros sobre el nivel del mar). Al sur, actúa como foso natural el río Múrtiga. Al norte, el río Ardila, que en esa zona actúa como límite fronterizo entre España y Portugal. Su único acceso viable es por el sudeste. 


En la cerca urbana aún pueden verse bastantes restos de edificios, así como la iglesia matriz de Noudar, consagrada a Nuestra Señora del Destierro, reedificada en 1980, está defendida por diez torres de planta cuadrada, algunas cuentan con cámara interior y tres de ellas, una de cada cortina, cuentan con garitas. Su acceso se encuentra en el extremo sudeste, defendido por dos torres. Además, hay otra puerta en la cortina de poniente, igualmente defendida por dos torres.


El castillo tiene planta en forma de pentágono irregular, y está situado en el extremo sur del recinto. Está separado del resto del conjunto por una muralla. En el patio de armas del castillo pueden verse dos brocales, uno de planta circular y otro de planta rectangular de un par de metros de profundidad excavado en la roca. La torre del homenaje, con el imponente aspecto que le dan sus casi 20 metros de altura, es sin lugar a dudas lo más interesante del recinto. En la parte superior de la torre del homenaje, la azotea forma una especie de cámara sin techumbre dotada de una estrechísima escalera que lleva al adarve. Desde ahí unas impresionantes vistas del castillo y del entorno. 

Entre las historias que se registran a nivel local, hay que destacar la de la serpiente, donde se cuenta que en el interior del castillo habita una serpiente adornada por un monho de trenzas en su cabeza. Esta serpiente, que sería una princesa mora encantada que saldría sólo durante la noche.


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