martes, 24 de enero de 2017

Valle del Esperabán


Una ruta dura pero espectacular que recorre los paisajes de Las Hurdes, esa zona algo olvidada del norte de Cáceres y que hemos descubierto estos días, a la cual volveremos, sin duda. Son 22,5 kilómetros que recorrimos en 8 horas, de dificultad alta con un desnivel acumulado positivo de más de 1300 metros, por momentos se hace eterna, aunque miras a un lado, miras al otro y las vistas durante todo el camino son espectaculares.

(de José Luis Alcalá Durán)


Comienza la ruta en Castillo, una alquería de Pinofranqueado, al inicio recorremos sus callejuelas estrechas hasta dejar atrás la alquería por una pista amplia que nos conduce a un pinar hasta confluir con una senda entre madroñeras, brezos y enebros, aquí el senderos ya se comienza a empinar y poco más allá nos encontramos en la cuerda de la sierra desde donde podemos contemplar a la izquierda el Valle del Guijarro Blanco y a la derecha con el Valle de la Zambrana. 



Desde este punto continuamos ascendiendo hasta llegar a coronar el monte de La Bolla (a 1520 metros de altitud) y poco más tarde Bolla Chica (a 1390 metros), ya se va notando el esfuerzo de la ruta, pero se pasa observando las maravillosas vistas desde el lugar, al norte Ciudad Rodrigo, al este Las Hurdes y el Valle del Ambróz, al oeste la Sierra da Estrela (Portugal) y al sur las comarcas de Sierra de Gata y las Tierras de Granadilla. Sin duda momentos inolvidables bajo un cielo azul que nos acompaña durante todo el día. Aunque aquí en la cima si que hay bastante viento que se nota en la sensación de frío. Comenzamos el descenso.


Comenzamos a descender y llegamoa a Las Erias, otra alquería de Pinofranqueado, por una antigua ruta de comercio que comunicaba las poblaciones vecinas. Seguimos el curso de Río Esperabán hacia Castillo por senderos rodeados de huertos de castaños y frutales, atravesando arroyos de unas aguas cristalinas y rodeados de bosques de pinos, encinas y alcornoques, hasta encontrarnos de nuevo en la alquería de Castillo.


Esta ruta nos ha llevado a descubrir un lugar espectacular con un encanto que te atrapa, lugares donde aparentemente se ha parado el tiempo, en el camino se pueden observar petroglifos, espectaculares meandros del río y las construcciones típicas hurdanas.