Hoy he vuelto a Mónaco, quería ver más cosas, pasear por el puerto, etc. y como me dijo un amigo, "Mónaco engancha tio", pues sí tiene algo especial, no se explicarlo pero la luz, el mar mediterráneo, el lujo que rodea a Monte-Carlo, los coches que ves y que seguramente nunca conducirás, el mito de la ciudad, un cúmulo de cosas, el caso es que no te quieres ir de allí, y cuando te has ido quieres volver, en mi caso espero que vuelva alguna vez y esa vez sea acompañado de alguien especial, seguro que será un viaje distinto.
Pero bueno, hoy empece por el Jardín Exótico, que está en la parte de arriba de Monte-Carlo, en una ladera escarpada, de Calizas espectacular, con un montón de especies y unas vistas alucinantes de toda la costa. Este jardín fue inaugurado según leo en 1933 y hay plantas de todo el mundo, muy bien. Desde arriba puedes ver el Principado de Mónaco, la Riviera Francesa e Italiana, un marco precioso.
Desde arriba se divisa el próximo objetivo, y como siempre en mis viajes es el Campo de Futbol de la ciudad, en este caso el Luis II, campo mítico, el exterior parece un edificio normal de pisos salvo por el fondo donde están los arcos que todos reconocemos. Hoy domingo cerrado por dentro, ayer sábado perdi la oportunidad de ir a ver un partido del Mónaco.
A continuación y ya que está muy cerca visito el Museo Naval, con más de 200 maquetas de barcos de todas las épocas, barcos que en su momento hicieron historia, de todos los paises, desde el Nimitz, hasta el Juan Sebastián Elcano, el Titanic, Las Carabelas, y el barco capitaneado por Nelson en la batalla de Trafalgar, espectacular. Y todos son de la colección particular del Príncipe Rainiero III. Que tio este Rainiero tiene el dinero por castigo.
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