Callejeando por Cuenca

Después de la degustación de productos típicos de la zona, un paseo por la Calle de los Tintes, un bonito paseo por el Río Huécar hasta su desembocadura en el Río Júcar.

Volviendo a la ciudad antigua es interesante adentrarse en el Barrio de San Martín, perderse en sus calles con un colorido y un aroma especial, olvidarse de mapas, e indicaciones y perderse. Este es un barrio particular, durante los siglos XIV y XV se agudizó la falta de espacio en la ciudad y los arquitectos de entonces se las ingeniaron y apostaron por construir mediante un sistema de vigas de madera cruzadas, las casas sobresalían hacia el vacío. Es muy curioso que hacia la calle Felipe VIII las casas tienen una altura de cuatro pisos pero su fachada posterior alcanzan alturas de hasta diez pisos, son conocidos como "Rascacielos" esto forma parte del paisaje característico de Cuenca. En este barrio también encontramos numerosas iglesias.

La Plaza de la Merced es un lugar precioso, en el esta la iglesia y el convento de la Merced del siglo XVI con portadas de estilo barroco. En un antiguo asilo de ancianos del siglo XVIII se encuentra el Museo de las Ciencias de Castilla la Mancha.

Muy cercano a esta plaza encontramos la Torre de Mangana, es también un símbolo de la ciudad, se encuentra en una antigua alcazaba árabe, según leo, no se sabe muy bien la función de esta torre.

Un paseo que sin duda no olvidaré es el que recorre el río Júcar desde la Bajada de las Angustias hasta el Puente de San Antón y que por un lado tienes este espléndido río y por el otro los edificios asomados al precipicio.

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