Para el asentamiento de una ciudad romana era de gran importancia, sin lugar a dudas, la presencia del agua, cursos de río, embalses o manantiales. Y el acceso a la misma con las espectaculares infraestructuras del pueblo romano. Es el caso de Emerita Augusta (Mérida) situada en un lugar estratégico cercana a una lámina de agua, el embalse de Proserpina desde donde se transportaba el agua hasta la ciudad.
Columna del Acueducto de Los Milagros
en una casa particular de la Calle Calvario
En el camino desde el Embalse de Proserpina hasta la ciudad, el agua recibía un tratamiento previo en varios depósitos de decantación donde el agua se limpiaba de impurezas. Casi todo el trayecto era subterráneo aunque en ocasiones era necesario elevarlo con impresionantes arquerías como es el caso del Acueducto de los Milagros sobre el río Albarregas. Otros puntos eran las cisternas al final de los acueductos, para el almacén de agua, en forma de torre, los Castellum Aquae, que además de la distribución del agua servía de fuente monumental, debía ser algo espectacular.
Castellum Aquae
Piscina de Decantación de Agua
Piscina de Decantación de Agua
En la ciuda de Mérida si hay un monumento espectacular, muestra del legado del pueblo romano es el Acueducto de Los Milagros, que salva el río Albarregas para llevar el agua hasta el castellum aquae que se encuentra en la actual calle calvario. Los pilares del acueducto están formados del "opus carmenticio" (el hormigón romano) en el interior y el exterior formado por sillares de granito alternados con ladrillos. Tiene una altura de 25 metros el punto más alto y una longitud total de 825 metros, en los cuales existen vario puntos de registro y piscinas de decantación.
Opus Carmenticio
Puente Romano sobre el Río Albarregas
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