miércoles, 7 de diciembre de 2011

Último día en Barcelona

Hoy para comenzar el día he vuelto al Mercado de la Boquería, y es que este lugar es increíble, despierta los sentidos, los olores, los colores, sensaciones que dificilmente se repetirán y que recordaré, me encanta.


De aquí ya me adentro en un barrio que me ha resultado algo maravilloso, "El Raval", había leido mucho sobre este lugar, había visto fotografías y me habían hablado de él, pero todo se queda corto a la hora de caminar por sus calles tan particulares, llenas de bullicio, de gentes de diferentes lugares y culturas, sus tiendas y restaurantes (con olores a especias) algo fantástico un paseo que no olvidaré facilmente.



Pues entre sus calles encontré la Librería La Central de El Raval, bueno en principio es una librería normal, pues no, está situada en ua antigua iglesia gótica, la Iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia y eso la hace particular, pues conserva sus estancias incluida la cripta donde hoy día se realizan prentaciones de libros y lecturas. Y para finalizar mi visita a El Raval un café en la Rambla del Raval, un placer.


Abandono, con pena, El Raval para ir al Parque de la Ciutadella, que me había recomendado su visita, en este parque está la Generalitat de Cataluña, unos jardines preciosos y un lago central, muy bonito. Un precioso lugar para relajarse después de unos días de mucho trajín. Fué el primer parque público existente en la ciudad, está situado en el distrito de Ciutat Vella, se encuentra lo que antiguamente fue una fortificación militar.



Para finalizar el día vuelvo otra vez a pasear por el Barrio Gótico, y me encuentro en la Plaza de San Felipe Neri, que se encuentra muy cerca de la Catedral de Barcelona, es una plaza pequeñita en cuyo centro hay una fuente y un par de árboles es un lugar tranquilo en medio del bullicio de la zona donde se encuentra. Pero nada hace suponer la historia de esta plaza,  en la edad media fue el cementerio anexo de la catedral de Barcelona y cientos de años después las paredes de la iglesa fueron testigo de muchos fusilamientos que se llevaron acabo durante el régimen franquista y de esto dan fe las huellas que se aprecian en la pared de la entrada principal de la iglesia. Me quedo largo rato en este lugar en medio de un silincio sobrecogedor.



Bueno para finalizar mi viaje y como nota curiosa decir que aquí el metro "esta mal" el convoy viene por la izquierda y hasta ahora siempre los he visto venir por la derecha, jajaja. Mañana vuelvo a Extremadura, pero seguro que volveré a Barcelona y eso que no he bebido de la Fuente de Canaletas.


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