Paseo Marítimo en Ponta Delgada
Capital de las Islas Azores desde 1546, Ponta Delgada cuenta con una población que ronda los 60.000 habitantes divididos en sus 24 Freguesias. Poblada desde 1444, la Isla de Sao Miguel era un territorio con pequeños asentamientos dispersos salvo Vila Franca do Campo al sur de la isla y una comunidad que aumentaba en Ponta Delgada.
En 1522 la entonces capital de la isla, Vila Franca do Campo sufrió un devastador terremoto que junto con la firma del Decreto en 1546 por parte de Joao III de Portugal por el cual Ponta Delgada era elevada a la condición de ciudad, hicieron que la capitalidad recayera sobre esta. En 1544 se construye el Fort Sao Brás una maravillosa obra de ingeniería militar y que se convirtió en el más importante del archipiélago.
Fort Sao Brás
El 26 de julio de 1582 tuvo lugar la Batalla Naval de Ponta Delgada, por el control de las Islas Azores, que se habían convertido en un punto clave en el centro del atlántico para los viajes del nuevo al viejo continente. Pero fue en el siglo XVIII cuando Ponta Delgada experimentó su mayor impulso económicos con las exportaciones de cítricos al Reino Unido, el crecimiento de empresas extranjeras y los comerciantes judíos, se produce la expansión del puerto en 1940.
Puerto
En los siglos XVIII y XIX se pone de manifiesto un auge de las relaciones con Inglaterra y Flandes de lo que deja constancia hoy día en la arquitectura que podemos ver paseando por esta bonita ciudad. Palacios, iglesias o casas solariegas de estilo Barroco.
Iglesia Matriz de Ponta Delgada
Uno de los símbolos de la ciudad son las Portas da Cidade, construida en 1783 y adornada con una corona real y el escudo de la ciudad. Es un monumento dedicado al descubridor y primer gobernador de estas islas, Gonçalo Velho Cabral.
Portas da Cidade
La iglesia principal de Ponta Delgada, Igreja Matriz de Sao Sebastião. Con su característica torre, la más alta de la ciudad. Fue construida entre 1532 y 1547 en el lugar donde se encontraba la capilla dedicada al primer patrono de la isla. De estilo Gótico con rastros de estilo Manueline, típico de la arquitectura portuguesa del siglo XVI.
Torre de Iglesia Matriz
Su Paseo Marítimo, que es lo primero que descubres al llegar en coche a la ciudad y donde desembarcan todos los cruceros que llegan a la ciudad. Caminar sus 3 kilómetros es un auténtico placer. Justo frente al Fort Sao Brás encontramos el Campo de San Francisco, una espectacular plaza donde en sus laterales encontramos la Iglesia de San José, el Convento de Nuestra Señora de la Esperanza o la Iglesia del Cristo de los Milagros, que en estas fechas estaban adornados con bombillas para celebrar su festividad mayor, en honor del Santo Cristo de los Milagros.
Alumbrado para las fiestas
Campo de San Francisco
Otro punto interesante de la ciudad es el Teatro Micaelense que tuvimos oportunidad de visitar para ver a Moreno Veloso en concierto, una agradable velada en un pequeño pero muy bonito teatro. Así como el Jardim José do Canto, un lugar espectacular por su riqueza natural, un auténtico jardín botánico con una gran variedad de especies.
Teatro Micaelense
Jardin José do Canto
Jardin José do Canto
Una bonita ciudad, que nos acogió durante los días que estuvimos en esta fantástica Isla de Sao Miguel, la mayor de las Islas Azores.
Y diez años después volvimos a esta bonita ciudad, ya habíamos visitado la mayoría de los monumentos y por tanto nos dedicamos a pasear tranquilamente y disfrutar de la ciudad, de sus gentes y su gastronomía. En esta ocasión hicimos una visita guiada con la empresa Voyazores, de la mano de Jorge nos empapamos de la historia de la ciudad y de la isla, dando un paseo por el centro de Ponta Delgada, muy recomendable para situarte en el entorno.
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Cámara Municipal |
Posteriormente subimos a la Torre Sineira, que fue construida en 1724 y es parte integrante del edifico de la Cámara Municipal de Ponta Delgada, tiene 30 metros de altura y cuenta con 106 escalones que tras subirlos encontramos unas espectaculares vistas.
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Vistas desde Torre Sineira |
Después de comer caminamos hasta la Ermida Mãe de Deus, una visita que teníamos pendiente, se encuentra en lo alto de la colina Ladeira da Mãe de Deus y nos encontramos con las mejores vistas de Ponta Delgada. Es una construcción del siglo XX y es una réplica de otra que estaba en el mismo lugar y que fue demolida durante la Primera Guerra Mundial.
Por último esta segunda visita a Ponta Delgada la terminamos con un crucero para avistar cetáceos con la empresa Futurismo, un bonito viaje en el cual pudimos ver delfines y un par de ballenas.
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