Nueve años después vuelvo a realizar esta ruta, una de las rutas más bonitas e interesantes desde el punto de vista del paisaje, la historia, la cultura que se puede hacer en Extremadura, y aunque es una ruta dura (tal como está diseñada ahora, pues ha cambiado desde aquellos años) si que merece la pena hacerla, es más, creo que debe ser imprescindible para aquel que quiera conocer Extremadura caminando. Son algo más de 26 kilómetros en los que invertimos poco más de seis horas y media, disfrutando del paisaje, de la flor de la Jara que en estos días está espectacular, de la cultura y de sus gentes.
La ruta comienzaen la Mina de la Jayona en el término municipal de Fuente del Arco, que desde septiembre de 1997 fue catalogada como Monumento Natural de Extremadura, se pueden visitar varios niveles de esta mina, rodeados de un paisaje de gran riqueza natural. Es una antigua mina de hierro de origen romano, estando en explotación en distintas fases hasta su cierre definitivo en 1921, quedando abandonada, y actualmente recuperada con valor turístico.
Continuamos por el "Camino de los Veneros" durante unos dos kilómetros de descenso hasta la Erminta de la Virgen del Ara también en el término municipal de Fuente del Arco, duanta estos primeros kilómetros pudimos disfrutar de excelentes vistas de las estribaciones de Sierra Morena, con el pueblo de Reina al fondo. Esta ermita es considerada como la "Capilla Sixtina de la Baja Extremadura", consta de una única nave con bóveda de cañón decorada con pinturas al fresco, espectaculares pinturas que no te dejan indiferente, y un retablo mayor de estilo barroco tambíen espectacular. Desde este punto se inicia la Ruta del Rey Jayón marcada oficialmente. Continuamos el paseo encontrándonos a nuestro paso a familiares y conocidos con los cuales compartimos una breve conversación y que volveremos a ver durante la ruta en otros momentos.
Dejamos la ermita y bajamos hasta la Rivera del Ara donde volvemos a cambiar de vegetación, en este caso de rivera (chopos, sauces ...), a partir de estos momentos comenzamos una ligera subida entre encinas y jaras durante uno cinco kilómetros, un paisaje impresionante con jaras a ambos lados del camino, tiñendo de blando las laderas, una imagen que se queda en la retina, muy bonita. Tomamos el Cordel del Pencón caminando por "un mar" de jara.
Dejamos la ermita y bajamos hasta la Rivera del Ara donde volvemos a cambiar de vegetación, en este caso de rivera (chopos, sauces ...), a partir de estos momentos comenzamos una ligera subida entre encinas y jaras durante uno cinco kilómetros, un paisaje impresionante con jaras a ambos lados del camino, tiñendo de blando las laderas, una imagen que se queda en la retina, muy bonita. Tomamos el Cordel del Pencón caminando por "un mar" de jara.
Llegamos a las minas de San Antonio abandonando el cordel y tomando el camino de la izquierda en el paraje conocido com "Huerta Pérez" donde la organización nos ofrece un avituallamiento que vino muy bien. Seguimos por una senda preciosa, junto a una pared de piedra entre alcornoques y encinas "Trocha de Fuente del Arco a Trasierra" hasta cruzar el arroyo que nos conduce a la "Huerta de la Alcornocosa". Rodeados de vegetación exuberante continuamos caminando y deleitándonos con el paisaje hasta llegar al "Camino de Paniagua" en un tramo de subida que nos conduce hasta la localidad de Reina, por el camino ya se divisa la impresionante Alcalzaba hacia donde nos dirigimos.
Entramos en la localidad de Reina por el barrio de la "Peñalta" donde encontramos el pilar de arriba (de grato recuerdo) y comenzamos a una subida pronuciada hasta la alcazaba (a unos 825 metros), que nos deja en la entrada de la Alcazaba de la subida os dejo esta cita de un profesor que me dio clases en el Colegio Público Santa María de la Coronada de Villafranca de los Barros, Antonio Galvez Sánchez:
“A medida que ascendemos
observamos el trazado de las calles de la localidad, encaramadas en las
laderas del angosto valle en torno al que se ubica. La pendiente del
terreno provoca un pintoresco urbanismo, en el que tejados de un lado y
aceras de enfrente se encuentran a veces al mismo nivel. De ahí las
“calzás” que recorren todo el pueblo, para salvar el desnivel y
facilitar la construcción de las viviendas”
Esta dura subida se ve recompensada por las magníficas vistas de las que disfrutamos, contrastes de paisajes, a la derecha La Campiña y a la izquirda Sierra Morena, sin duda uno de los puntos más intersantes de la ruta.
La alcazaba es de época almohade (siglo XII), con diversas restauraciones posteriores, entre las más destacadas la llevada a cabo en el siglo XV por el Mestre de la Orden de Santiago don Alonso Cárdenas. Es de planta cuadrangular reforzada con 15 torres rectangulares entre la que destaca la del Homenaje. En el interior quedan restos de una erminta del siglo XV donde se veneraba a la Virgen de las Nieves (patrona de la localidad).
La alcazaba es de época almohade (siglo XII), con diversas restauraciones posteriores, entre las más destacadas la llevada a cabo en el siglo XV por el Mestre de la Orden de Santiago don Alonso Cárdenas. Es de planta cuadrangular reforzada con 15 torres rectangulares entre la que destaca la del Homenaje. En el interior quedan restos de una erminta del siglo XV donde se veneraba a la Virgen de las Nieves (patrona de la localidad).
Desdendemos de la Alcazaba de nuevo al pueblo de Reina para tomar dirección a La Camiña entre callejuelas y caminos delimitados por paredes de piedras y con la alzcazaba siempre a la vista. Cruzamos la carretera que une Llerena con Fuente del Arco para dirigirnos a Regina Turdulorum, antiguo municipio romano del siglo I, y que llegó a ser una importante ciudad cuyo principal vestigio es su teatro el cual visitamos brevemente para continuar con nuestra ruta y afrontar la recta final de la misma.
Tomamos el mismo camino que llevábamos y vamos en dirección a Casas de Reina que atravesamos pasando por su plaza donde se encuentra la Iglesia de Santiago del siglo XV y estilo gótico-mudejar. Volvemos a cruzar la carretera para tomar el Camino de Trasierra que nos conduce a la Sierra de San Miguel que ascendemos por unas empinadas rampas por caminos y sendas rodeados de vegetación exuberante y que nos lleva a una pista que conecta con el "Camino de los Leñadores" por la cuerda de la sierra, un tramo de los más bonitos de la ruta.
Tras descender afrontamos el último tramo desde donde se puede ya ver la torre del campanario de Llerena, nuestro punto de llegada, en una primera parte se camina por una senda que obliga a transitar en fila de uno para luego tomar una pista ya a las puertas de la ciudad.
Tomamos el mismo camino que llevábamos y vamos en dirección a Casas de Reina que atravesamos pasando por su plaza donde se encuentra la Iglesia de Santiago del siglo XV y estilo gótico-mudejar. Volvemos a cruzar la carretera para tomar el Camino de Trasierra que nos conduce a la Sierra de San Miguel que ascendemos por unas empinadas rampas por caminos y sendas rodeados de vegetación exuberante y que nos lleva a una pista que conecta con el "Camino de los Leñadores" por la cuerda de la sierra, un tramo de los más bonitos de la ruta.
Tras descender afrontamos el último tramo desde donde se puede ya ver la torre del campanario de Llerena, nuestro punto de llegada, en una primera parte se camina por una senda que obliga a transitar en fila de uno para luego tomar una pista ya a las puertas de la ciudad.
EL TRACK DE LA RUTA
ESTÁ DISPONIBLE
EN WIKILOC
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