domingo, 1 de noviembre de 2020

Caminos del Agua

Vista del Acueducto de los Milagros

Uno de los elementos que determinó la elección del asentamiento de la Colonia Romana en Emerita fue la abundancia de agua, la ciudad se funda en la confluencia de los ríos Guadiana y Albarregas, un terreno con gran presencia de manantiales. Esta ruta tiene como hilo conductor el agua, las obras romanas relacionadas con el suministro, los caminos públicos y vías pecuarias en su recorrido por las zonas circundantes de la población. La ruta son 23 kilómetros de dificultad moderada, un recorrido interesante que transcurre por diferentes ambientes llenos de biodiversidad. A lo largo del camino vamos guiándonos por diferentes marcas (aunque en mi opinión escasas) y sillares romanos, no obstante se hace necesario llevar el track en el gps. Una de las más interesantes y bonitas rutas que se pueden hacer en Mérida.

Powered by Wikiloc

La ruta se inicia en el Castellum Aquae, en el extremo de una de las dos avenidas más importantes de Augusta Emerita, el Cardo Maximus (que es la actual calle Calvario). En este punto finalizaba el Acueducto de los Milagros vertiendo el agua en un gran depósito emplazado en el punto más alto y desde donde se distribuía el agua a múltiples fuentes públicas de la ciudad. El depósito tenía forma de torre y mediante un rebosadero se suministraba el agua en cascada a una monumental fuente con mármoles y columnas y esculturas de ninfas.
 
Castellum Aquae
 
Bajamos por la calle Calvario hasta llegar al Acueducto de los Milagros, una espectacular obra de ingeniería romana que conduce el agua desde el embalse de Proserpina hasta la ciudad. Fue construido en el siglo I d.C., y en su punto más alto llega a tener 25 metros de altura salvando el cauce del río Albarregas, sobre sus arcos superiores discurría el canal abovedado que traía el agua a la ciudad. Como curiosidad la construcción sigue sistemáticamente en los pilares un esquema de cinco hiladas de sillería alternando con otras cinco hiladas de ladrillo rojo, lo que le daba fortaleza y flexibilidad suficiente para absorver los posibles movimientos de la estructura, a la vez que es un recurso estético. 
 
Acueducto de Los Milagros
 
Junto al acueducto encontramos el Puente Romano sobre el Río Albarregas, fue construido para que la Vía de la Plata y el Camino de Lisboa asegurasen su paso del río. Como carácterística curiosa decir que no es perpendicular al río, como cabría esperar. Las fértiles vegas del río Albarregas se han aprovechado como huertas desde la fundación romana hasta la década de los noventa del pasado siglo, prueba de ello son los molinos que se han encontrado en las excavaciones y uno de ellas se puede ver nada más llegar a los pies del acueducto.
 
Puente Romano sobre el Río Albarregas

Restos de un Molino Romano

Continuamos con nuestra ruta siguiendo el trazado del acueducto hasta llegar a la Piscina Limaria, un espacio en el cual se depositaban las arenas y los limos que el agua llevaba en suspensión o por arrastre, antes de llegar a la ciudad. También existía una pequeña fuente que daba agua a un arrabal de la ciudad.
 
Piscina Limaria
 
Para que el agua llegase en buen estado a la ciudad era la norma que el canal fuera subterráneo y abovedado, donde el agua se manteía fresca y se presevaba de la contaminación de tierra, hojas y otros materiales, pues bien, continuamos la ruta siguiendo este canal por el parque que se encuentra frente al actual cementerio de Mérida, donde se aprecia perfectamente el canal abovedado. La conducción mantenía una cota de desnivel mínimo para que el agua corriera por su peso, para ello se evitaban largos trayectos en línea recta, a cambio, el trazado serpenteaba por la ladera para llevar el agua a una velocidad calculada.
 
Restos del Canal Abovedado

Desde este punto nos dirigimos a orillas del río Guadiana cuyo nombre está formado por dos sutantivos uno árabe "guad" y otro celtíbero "ana" y ambos significan río. Este río determina en gran medida el asentamiento de la colonia romana. Nos encontramos en otra de las calzadas principales de Emerita, la que conducía a Lisboa (Olissipo) que transcurría en paralelo al río Guadiana, por esta calzada se trajeron los mármoles empleados en los edificios públicos, procedentes de Borba y Estremoz. En esta calzada encontramos el Puente de La Alcantarilla que salvaba un arroyo para favorecer el paso de viajeros y mercancías, tiene un solo ojo que abarca todo el cauce, formado por sillares para resistir las avenidas y arquería y bóveda de ladrillo.
 
Puente de La Alcantarilla

Dejamos el río Guadiana para dirigirnos al norte al paraje Calera, en el camino nos volvemos a encontrar la conducción de los Milagros. Estamos cerca de Carija. Otro aspecto importante a la hora de establecer la colonia romana en este lugar fue la presencia de abundante y cercana de materias primas para la construcción de la ciudad, entre ellas tenemos las caleras que proveían de cal para dar solidez y duración a las obras, esta cal la extraían de Carija y su entorno.

Desde Carija, tras cruzar la carretera EX-209 (un cruce peligroso, hay que tener mucho cuidado) caminamos por la Cañada Real Santa María de Araya. Eran trazados para facilitar el traslado de rebaños de unos lugares a otros, conectaban los pastizales de invierno en Extremadura con los de Castilla y León en verano. En Mérida convergían diferentes trayectos. La Cañada Real Santa María de Araya nos conduce a la Presa de Proserpina y el lavadero de lanas.
 
Cañada Real Santa María de Araya

La Presa de Proserpina es una de las presas históricas más grandes del mundo, históricamentes se ha llamado "Albuhera de Carija" y consta de un gran muro con contrafuertes a ambos lados, resultado de cuatro fases constructivas, en la primera fase tenía seis metros de altura, hasta los veinte metros en la última fase ya en el siglo XVIII, estas reformas se hicieron por la necesidad creciente de embalsar agua y para el funcionamiento del lavadero de lanas situado junto a la presa. El embalse recoge agua de varios arroyos. Desde la edad media el embase ha servido como lugar de paso y descanso de grandes rebaños de ovejas que transitaban por la cañada real.
 
Presa de Proserpina

Bordeamos el embalse de Proserpina y lo dejamos a la altura de la Ermita de San Isidro para dentrarnos en el lugar donde se extraía el granito para construir el acueducto, así como muchos de los edificios de la Colonia romana.  En esta zona aún se pueden observar las huellas de la extracción de los bloques de granito cortados limpiamente, con piezas casi elaboradas que se quedaron en el lugar, es curioso el lugar. Después de la caida del imperio romano no se volvió a trabajar estas canteras así pues quedaron tal y como estaban. 
 
Cantera de Granito en Proserpina

En este punto la ruta se complica un poco ya que el sendero aparece y desaparece cubierto por la vegetación, debes seguir la dirección SE hasta encontrarte con la A66 y la N630. Por el camino encontramos restos de explotaciones agrarias y ganaderas romanas como abrevaderos de ganado o lo que pudieron ser construcciones rurales.

Tras cruzar la A66 y la N630, otro punto peligroso de la ruta en el cual hay que tener mucho cuidado, llegamos a la Vía de la Plata, perfectamente señalizada y donde se aprecian numerosos tramos el pavimento origianal de la calzada, que aunque no estaba empedrada, llevaba un firme compacto con capas de roca desmenuzada y una superficie de rodadura con piedra menuda aglomerada con tierra. 
 
Vía de la Plata

La Vía de la Plata nos lleva a un nuevo punto de interés de la ruta, la Captación del Acueducto de Rabo de Buey - San Lázaro, en esta zona el acueducto captaba el agua subterránesa bajo el arroyo de las Arquitas, el acueducto también captaba el agua de los ramales de Casa Herrera y Valhondo. En esta zona existen diferente arquetas y en una de ellas se puede descender hasta encontrarte con la conducción romana por la cual hoy día sigue corriendo el agua, y verdaderamente es impactante, bajar y observar una construcción de hace 2000 años que aún sigue funcionando. Ya es la segunda vez que desciendo hasta la conducción y sin duda que volveré, es impresionante. A las conducciones romanas ya dediqué una entrada en este blog que puedes visitar "Captaciones Romanas en Emerita Augusta".

Una de las multiples arquetas que encontramos en el camino

Descenso a las conducciones.

Interior de la conducción romana, con el agua corriendo.

Continuamos nuestra ruta, pasando por La Godina donde el acueducto de Rabo de Buey se dirige a la ciudad salvando el cauce del arroyo de las Arquitas con um pequeño acueducto. Ya nos encontramos en la ciudad caminando al lado del Acueducto de San Lázaro restaurado en tiempos de los Reyes Católicos (en 1504), en el tramo que cruza el río Albarregas se adoptó la forma de los plares de un puente con tajamar para protegerlos de la fuerza de la corriente. Al final del acueducto finaliza esta maravillosa ruta para conocer más de la historia de esta hermosa ciudad.

Acueducto de San Lázaro

Más fotografías de la Ruta
Caminos del Agua

1 comentario:

Luna dijo...

Simplemente gracias, por este viaje en el tiempo.
Saludos