domingo, 25 de enero de 2009

Un día de matanza

El pasado día 24 (Sábado) en el Bar Alhambra de Villafranca de los Barros, por debajo de mi casa, se celebró una Matanza, y es que ahora en mi pueblo casi todos los bares, todas las barriadas y demás asociaciones celebran una matanza. 
Previamente se sirvieron unas migas que sentarón muy bien a una hora tan temprana.
El protagonista llegó a las 8:30 de la mañana dispuesto para ser sacrificado, bueno el se veía poco dispuesto, pero su destino ya estaba trazado.



Una vez encima de la mesa sujetado por varios hombres, otro con un cuchillo y alguien más con un baño donde recogía la sangre que no dejaba de mover y todo ello con el grito del cerdo que me recordó alguna matanza a la que asisití de pequeño y que se te queda grabado. 
Al cabo de unos minutos el animal estaba desangrado y dejaba de convulsionar, ya estaba muerto, se chamusca, y se cuelga para proceder a abrirlo en canal, llevandose una prueba el veterinario para su análisis. 
Para a continuación proceder a su despiece, aparecen las costillas, solomillos, lomos, espinazo, quedando el tocino, las vísceras y las tripas.
La carne se pica en la máquina, se condimentan, una para chirizo y otra para salchichón.







A lo largo de la mañana se descuartizó el cerdo, y todos tuvimos la oportunidad de probar el chirizo, el salchichón, el pestorejo y la morcilla. Se degustaron diferentes platos típicos de la zona como la chanfaina (que estaba de escándalo), regado todo ello con vinos de la tierra.








Lo que se queda grabado son los gritos del cerdo al ser 
sacrificado y el olor por una parte de cuando es chamuscado y
de los condimentos para hacer los embutidos.







Y así, comiendo y bebiendo, se pasó un buen día festivo 
en el barrio entre bromas y chascarrillos.
"Hasta el año que viene"

En el album de fotos hay más fotografías.

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