Canal y vistas del valle |
Restos de una Central Eléctrica |
Garganta de Descuernacabras |
Pero a mitad de canal encontramos la verdadera joya de la ruta, el Acueducto de las Herrerías. Por muchas fotos que hayas visto, cuando uno llega hasta este lugar, no puede dejar de asombrarse con esta monumental obra de ingeniería que se levanta en medio de tan agreste paraje. Se trata de un acueducto de 80 metros de longitud, que traza una pronunciada curva con la finalidad de salvar un profundo valle. Su base es un grueso muro de cuarcita. Sobre él, se alza una fila de arcos idénticos por los que discurre el canal. Junto a esta construcción, se encuentran las ruinas de la minicentral eléctrica levantada en el año 1917.
La construcción de las minicentrales eléctricas, los canales y el acueducto se levantaron por iniciativas de dos empresarios. La primera minicentral que nos encontramos en la ruta y el primer tramo del canal, parece que fueron obras de un empresario de Bilbao, Las otras dos centrales, la prolongación del canal y el acueducto fueron construidas por un empresario maderero de Guadalupe, Don Eusebio González, con el fin de autoabastecer de energía a sus empresas.
Restos de una Central Eléctrica |
Según vamos caminando vemos unas magníficas panorámicas de la garganta encajonada entre las dos paredes de pizarra y cuarcita de las sierras que la flanquean, con el fondo de la Sierra de Juncaldilla, con bosque meditérráneo en las laderas más abiertas y árboles de ribera en las zonas más cercanas al río, y con una visión del canal que parece formar parte de un todo, fundiéndose en el paisaje.
Después de admirar esta magnífica obra retomamos la marcha hasta casi finalizar el canal donde encontramos la antigua herrería del siglo XIV actualmente cubierta en su casi totalidad por zarzas, con lo cual no pudimos acceder a los restos. A la altura de ésta abandonamos el canal para tomar una senda que asciende y nos deleita con hermosas vistas del entorno y que nos lleva a el Camino de Robledollano para llegar de nuevo a Campillo de Deleitosa.
Los restos de este templo se desmontaron piedra a piedra para reconstruirlo en un entrante de tierra, cuando se inundó la zona por el embalse de Valdecañas, en 1963.
Es el único resto que queda de la antigua Augustobriga, que era un municipio romano situado en la calzada que iba desde Emerita Agusta (Mérida) hasta Caesarobriga (Talavera de la Reina).
1 comentario:
Espectacular espacio natural y obra de ingeniería y espacio natural.
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