De los antecedentes musulmanes de la fortaleza se conservan escasos restos. Es muy valioso, al respecto, el aljibe hispano musulmán (almohade) en buen estado de conservación, situado al lado este de la torre del homenaje. siglos X y XII. El castillo árabe fue escenario de largas luchas entre árabes y cristianos, pues formaba parte de una red de fortalezas en la "frontera" de la Reconquista marcada por el río Guadiana.
Fernando III (El Santo) reconquista en 1234 el castillo pasando por graves azares belicosos durante el siglo XIV.
Durante la primera mitad de ese siglo sería administrado por don Juan Alfonso de Alburquerque, aunque en 1354 fue destruido por Pedro I de Castilla, ("El Cruel").
D. Sancho de Castilla que reedifica el castillo en 1373, como señor de Medellín.
Su configuración actual se produce a lo largo de la segunda mitad del siglo XV aprovechando recursos existentes de la fortaleza anterior e incorporando otros de la época. Desde 1445 es Señor del Castillo y primer Conde de Medellín D. Rodrigo Portocarrero.
Los sucesores del primer Conde de Medellín llevaron a cabo, en el siglo XVI, reformas en puertas, torres y la construcción de la puerta Sur de la barbacana.
Pasó a manos de los Duques de Medinaceli, fue cedido, en virtud de un acuerdo, por esta casa al Ayuntamiento de Medellín en 1883.
Durante la guerra civil fue fortín del bando republicano, del cual quedan restos en forma de nidos de ametralladoras, y algun bunker y puestos de vigilancia, así como pintadas en sus muros.
Desde esa fecha fue utilizado como cementerio de la villa, su patio de armas oriental, hasta los últimos años de la década de los cincuenta en que comenzó a utilizarse el nuevo cementerio. A finales de los '60 se trasladaron los últimos restos que quedaban en el castillo, al nuevo cementerio.
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